Sinopsis:
Tras divorciarse de su marido después de 20 años de matrimonio, Molly Novak tiene que decidir qué hacer con los 87 000 millones que consigue en el acuerdo de separación. Molly decide volver a implicarse con su fundación benéfica y reconectar con el mundo real, un viaje que la llevará a encontrarse a sí misma.
Estoy viendo la segunda temporada de esta serie y me he dado cuenta de que no había reseñado la primera aquí en el blog.
Hay series que pierden fuelle a medida que avanzan los episodios, bien porque la sorpresa inicial se ha perdido, bien porque las tramas se diluyen. En esta, por fortuna, no ha ocurrido hasta ahora: me sigo riendo con las ocurrencias de la multimillonaria (interpretada por Maya Rudolph, mujer que me encanta) que no sabe dónde invertir su fortuna para ayudar a los desfavorecidos mientras busca el amor. La acompañan una serie de personajes, a cual más divertido, con sus tramas propias. Además, los actores invitados, algunos interpretándose a sí mismos, son un plus.
Estas comedias de situación de apenas media hora son una cómica evasión y esta temporada me está divirtiendo tanto o más como la primera.
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