lunes, 12 de mayo de 2025

Animales difíciles

 


Sinopsis:

En el Madrid de 2111, la detective Bruna Husky es contratada para investigar un atentado terrorista en las instalaciones de Eternal, una gran empresa tecnológica. Las primeras pistas la llevan hasta un periodista que sigue los pasos de uno de los asaltantes, pero cuando los implicados empiezan a desaparecer o a morir el rastro se pierde. La detective y su colega, el inspector Lizard, se verán atrapados en un enigma cada vez más sombrío, en una trampa mortífera diseñada por una mente criminal aterradora. Estamos ante una Bruna Husky llena de furia contra el mundo y, sobre todo, contra sí misma, porque ya no es una poderosa tecnohumana de combate, sino un débil androide de cálculo. Y es desde esa nueva fragilidad desde la que debe afrontar el caso más peligroso de toda su carrera.



El principal motivo para comprar este libro es porque asistí a su presentación en la Feria del Libro de Alicante. Tenía cierta prevención ya que sabía que forma parte de una saga y temía que no se pudiera entender sin haber leído los previos. Rosa Montero tranquilizó a los oyentes afirmando que no había problema por leerlo de manera independiente.

La autora nos habló de la protagonista, Bruna Husky, y el mundo del futuro en el que vive. Un mundo hipertecnificado pero no tan diferente del nuestro, que las miserias humanas no varían, sean del siglo que sean, pasado, presente o futuro.

Por supuesto, no podían faltar los peligros de la inteligencia artificial y de la robótica, de los que ya nos advirtió Sarah Connor.

Me he dado cuenta de que no frecuento el género de la ciencia ficción, aunque con la maestría de Rosa Montero es una delicia de leer. Me encanta que en las firmas de sus libros añada una pegatina brillante. 



1 comentario:

carolina dijo...

No he leído nada de Rosa Montero, así que lo tengo pendiente. Pero no sé, tengo tanta prevención acerca de la IA y la robótica, siento tanto rechazo ante el futuro que parece acecharnos (y no hablo del terrible Skynet y su Juicio Final, sino de la realidad), que no sé si me apetecerá adentrarme en un futuro distópico cibernético.