Sinopsis:
Una adaptación en acción real del clásico cuento de hadas sobre una hermosa joven princesa que, mientras es acosada por una reina celosa, busca refugio en la casa de siete enanos en la campiña alemana.
Había leído barbaridades de esta versión en persona (lo de live action no me acaba de gustar) del primer clásico de la factoría Disney. En estos casos no soy más papista que el papa ni me rasgo las vestiduras por los cambios respecto a la original. Cierto que ni La sirenita ni El rey león me gustaron por lo que ni siquiera las reseñé, pero esta no me ha parecido tan mala.
Lo que más me han gustado son los números musicales, sobre todo con los enanitos, que son de dibujos animados para quedan bien. El príncipe es un sosainas y la protagonista, Rachel Zegler, a la que conocí en West Side Story, canta muy bonito y es muy dulce. No obstante, al Espejito Mágico hay que graduarle la vista: ¿Cómo va a ser más guapa que la malvada madrastra que está interpretada por Gal Gadot, el súmmum de la belleza femenina, diosa entre las diosas? Por ahí sí que no paso.
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