lunes, 12 de octubre de 2020

Cómo se hace una chica



Sinopsis: 

Si eres una adolescente con unos kilos de más, te masturbas con sigilo para no despertar a tu hermano pequeño, vives en Wolverhampton, formas parte de una familia numerosa con una economía precaria, tienes un padre con aspiraciones nunca cumplidas de triunfar en la música, que abusa de la botella, y una madre depresiva, la vida puede ser un asco. Si para colmo haces el ridículo en la televisión local leyendo un poema, probablemente ha llegado el momento de tomar una decisión drástica. Empezando por cambiarte el nombre. Así es como Johanna Morrigan se convierte en Dolly Wilde y, sin haber cumplido la mayoría de edad, empieza a dedicarse a la crítica musical en una revista londinense. Y, entre concierto y concierto, la protagonista y narradora de esta novela de iniciación relata sin pelos en la lengua su empeño en convertirse en adulta a base de fumar, beber y dejar de masturbarse con artilugios variopintos para pasar al sexo con hombres no menos variopintos, entre ellos un músico de Brighton poseedor de un miembro viril inhumanamente descomunal.

Hace unas semanas os conté cuánto me había gustado la película homónima. Sabiendo que está basada en una novela, me apeteció leerla, lo que supone la alteración del orden habitual en mí: primero, el libro; después, la película.

Como no está en la biblioteca local, me lo pidieron por el bendito préstamo interbancario, que tantos buenos ratos de lectura me ha proporcionado. Para aprovechar el paquete, solicité asimismo la continuación, que aún no he leído.

Qué arte tiene Caitlin Moran para narrar, y eso que ella, articulista hasta entonces, pensaba que no sería capaz de escribir una novela. Es amena, ocurrente, irónica, cruel y satírica muchas veces, tierna e incluso romántica otras.

Son numerosas las narraciones sobre el paso de niña a mujer, pero esta es una que vale la pena conocer. No puedo decir que me identifico con Johanna Morrigan, pues mi adolescencia no pudo ser más distinta, pero la sensación de inseguridad y confusión es común a todas.

Aunque su familia no es la ideal ni de lejos, en el fondo prevalece el amor entre padres e hijos y entre hermanos. Las peripecias de la protagonista son descacharrantes, a la par que vergonzosas, y con ella vivimos la movida musical británica de los 90. Me temo que no conozco a la mayoría de las bandas que menciona, lo que no es obstáculo para disfrutar de la lectura, al igual que las múltiples referencias de la vida inglesa que se me escapan por completo, a pesar de las notas del traductor.

La película es bastante fiel a la novela con la excepción de la abundancia de escenas sexuales de esta última, que refuerzan la confusión de Johanna y sus hormonas en ebullición por querer sentirse mujer a toda prisa.

En la segunda parte sabré cómo evoluciona.

 

No hay comentarios: