Sinopsis:
En toda gran ciudad existe una casa embrujada, un lugar con mitos y leyendas tan antiguos y misteriosos que influyen en la vida de muchos. En el caso de Lima se trata de la Casa Mendoza, un edificio de dos plantas en el centro de la ciudad que data del siglo XVII. Es un lugar relacionado con historias de lo más variopintas a través de sus años: condenas por brujería, asesinatos masivos, suicidios, traiciones amorosas, maldiciones demoníacas y, también, pactos de sangre.
Como os conté al reseñar El libro del muerto, la novela que os comento hoy fue un regalo del autor, Christian Essenwanger, por un sorteo de Halloween. Habría sido la época ideal para leerla ya que contiene elementos terroríficos, entre muchos otros.
Esa es una de las características más definitorias de la obra, la combinación de géneros literarios para crear un ambiente desasosegante. Casas encantadas, brujas y demonios, maldiciones familiares, viajes en el tiempo (con sus consiguientes paradojas en las que a veces me perdía), héroes valientes que no dudan en sacrificarse por amistad y justicia, personajes que se hacen de querer por el lector y que el autor no duda en matar... A Iker Jiménez le encantaría, seguro.
A pesar de las casi quinientas páginas, la lectura es entretenida y recomendable.
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