Sinopsis:
Julián, único psicólogo de Getaria, es requerido por la policía para valorar el estado mental de un joven que acaba de matar a golpes a la pareja de su madre. Lo que nadie sabe de este psicólogo alejado de todo y de todos, es que lleva media vida estudiando el alma de todo aquel que se cruza en su camino. Y que esos años de minucioso estudio le han dotado de una habilidad excepcional para ver lo que se esconde en las entrañas más aterradoras del ser humano.
El autor de esta novela, F. J. Beristain, se ofreció a regalármela en digital para poder evaluarla. Me lo pensé bastante antes de aceptar, pues no me gusta que exista la posibilidad de que no sea de mi agrado y tener que exponerlo. Por fortuna, no ha sido el caso. Desde el principio, el autor nos plantea dos tiempos distintos del protagonista para que veamos cómo uno influye en el otro. Pronto nos sumerge en una investigación policial sobre un asesinato cuyo supuesto perpetrador está sumido en un silencio que solo romperá con el psicólogo protagonista. Por cierto, la descripción de los agentes de la ley nos remite al costumbrismo decimonónico, al igual que cuando habla de la política local.
Más que la resolución de un asesinato, que no es nada desdeñable, el tema principal es la conciencia: cómo el ser humano está dispuesto a aguantar una mentira que afecta a terceras personas en beneficio propio o de seres queridos. No quisiera verme en una situación semejante en que mi conciencia fuese puesta a prueba.
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