miércoles, 3 de agosto de 2022

La lista final

 


Sinopsis:

James Reece es un miembro Navy SEAL del ejército cuyo pelotón sufre una emboscada durante una misión encubierta de alto riesgo. Cuando Reece regresa a casa con su familia, cuestiona su propia culpabilidad con recuerdos confusos del suceso. Sin embargo, a medida que sale a la luz nuevas evidencias, Reece descubre fuerzas oscuras trabajando en su contra. Para averiguar qué sucedió Reece contará con el antiguo compañero Edwards, con conexiones con la CIA.


Con Pedro me he tragado los ocho episodios de la serie La lista final, una historia de venganza de un Navy Seal contra todos los que propiciaron la muerte de su pelotón. Capítulo a capítulo, va tachando de la susodicha lista a los culpables según acaba con ellos. El problema es que el último culpable, el que se supone una sorpresa, lo adiviné en el primer episodio. Aparte de eso, la serie es oscura y peca de repetitiva. Tampoco el guion destaca cuando se adivinan muchas réplicas de los diálogos y hasta pronuncia "Yo soy la justicia". En mi opinión, la historia se habría contado mejor en menos entregas. El pobre Chris Pratt hace lo que puede por salvar la serie, que para eso es también productor, pero no lo consigue, en mi opinión. 

Ahora os voy a contar mi loca teoría de cómo adiviné tan pronto el malo de la historia. Si tenéis intención de verla, dejad de leer. A ver cómo me explico sin sonar racista. El protagonista, hombre blanco, tiene un mejor amigo, de la CIA, que lo va a ayudar a conseguir su venganza. Normalmente dicho compañero sería un hombre negro, tan o más guapo y fuerte que el personaje principal. En este caso, es un actor blanco. ¿Por qué? Porque seguro que al final es malo. En las últimas producciones la tónica general es que no hay un personaje negro negativo a no ser que se compense con otro de la misma raza tremendamente positivo. Lo mismo se aplica a otras etnias históricamente desfavorecidas. Pedro dice que flipo con semejante teoría pero los hechos me apoyan, como que también son tendencia en pantalla las parejas interraciales. Aleluya. 



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