Será que la edad me está acobardando si pienso que hace unos años estaba deseando que llegasen las fiestas del barrio de San Roque, para acudir a todos los eventos, cenar a la puerta de casa de mi prima Laura con toda la familia y quedarme a ver la orquesta o el espectáculo que hubiera, sin pensar en el calor. Creedme si os digo que no me apetecía moverme de al lado del ventilador y el aire acondicionado, aunque echase de menos las reuniones familiares.
No obstante, el lunes 15 me dio el venazo y me acerqué a ver la cabalgata de disfraces. La pena es que van niños y mayores tan apelotonados que no se distinguen. Mientras ellos se lo pasen bien... A continuación, fui a compartir mesa y charla a casa de mi prima Laura. Además de su familia, estaban mi hermana con María y Marc, y otras primas. ¿Hacía calor? Sí, pero soportable, a diferencia de las noches anteriores.
Como en el programa de fiestas no figuraba cuál sería el espectáculo de medianoche, al escenario que me fui para preguntar. Resulta que iba a cantar un tal Jesús de Manuel. Ante mi desconocimiento, un señor, quizás el representante, me reveló con vehemencia que había participado en Operación Triunfo y en Supervivientes. Pues vale. San Google me mostró a alguien que no me sonaba de nada, así que no me quedé a ver la actuación. Aun así, alcancé a ver al cantante en la prueba de sonido en mi camino a casa: el estilo reguetonero no me hizo arrepentir de mi decisión.
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