Sinopsis:
Darby Hart, una joven detective aficionada y hacker experta en tecnología, y otras ocho personas son invitados por un multimillonario poco accesible a participar en un retiro en un lugar remoto y polar. Cuando uno de los otros invitados es encontrado muerto, Darby intentará demostrar que en realidad fue un asesinato, todo ello contra una marea de intereses contrapuestos y antes de que el asesino vuelva a actuar.
Ignoro si será casualidad o es que algún algoritmo me tiene fichada, el caso es que últimamente leo y veo mucho género de misterio. No me desagrada, obviamente, más bien al contrario.
En esta ministerio concurren varios factores propios del género. Para empezar, el tópico de la habitación cerrada, que aquí es una instalación ultramoderna en un lugar remoto de Islandia, aislada por un temporal de nieve, lo que remite todavía más a las novelas nórdicas. Y sí, en ese espacio cerrado empieza a morir gente, lo que ya inventó Agatha Christie en Diez negritos.
En cuanto a quién comete los crímenes, no sé si me acabó de convencer, aunque era la solución más lógica.
La que sí me encantó es Emma Corrin (la Diana de Gales de The Crown) como hilo conductor, como también la participación de Clive Owen, valor seguro.
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