sábado, 20 de enero de 2024

La manzana de oro

 


Sinopsis:

La llegada de un invitado inesperado desestabiliza las Jornadas Poéticas que cada año reúne en un aislado convento del noroeste peninsular a distintas tendencias de la poesía española. Durante un acelerado fin de semana, mientras los poetas escriben, recitan y se vigilan, persiguiendo un premio dorado, una sospecha de plagio, la batalla por la presencia en una futura antología, la irreverencia de un rapero, el cumpleaños de un poeta centenario, unas setas venenosas, los imprevistos cruces sexuales y el despertar de amores tardíos culminarán en una noche tormentosa...



Os conté que había leído Ávidas pretensiones con la intención de ver esta película. No la vi en cine porque no se estrenó en ninguna sala cercana, así que he tenido que esperar a que estuviera en plataformas. Bueno, tampoco me había perdido gran cosa.

Siendo una película sumamente coral, la participación de mi querido Roberto Enríquez es mínima; de hecho, apenas se le ve en el tráiler. Una lastima, con lo guapo que sale. Cuando leí la novela, no imaginé que fuera el papel del ciego egoísta el que representaría. Tampoco es que el resto de personajes se salven, cada cual más rastrero.

Aunque no tiene que ver con la película en sí, hay un aspecto que me ha llamado la atención. Un personaje es un señor muy mayor que utiliza una silla de ruedas eléctrica como la mía cuando el escenario principal es un pazo repleto de escaleras y escalones por todas partes, totalmente impracticable para sillas de ruedas. No me lo explico.

 


3 comentarios:

Mari Pau dijo...

Conchi, totalment d'acord que no cuiden eixos detalls tan importants per als usuaris de cadires de rodes. Com van a pujar escales? Error imperdonable

Mari Pau dijo...

Visquen els homes que li agraden a la Conchi i a una servidora, mejorando lo presente dels nostres marits, sense ànim de lucre, ni ofrendre'ls jaja

Conchi dijo...

Com van a ofendre's, dona? Damunt que tenim bon gust! :-)