Los componentes de este blog somos un grupo de amigos dispersos por el mundo que charlamos de lo divino y de lo humano. Desde el respeto y la buena educación, nuestras posturas coincidirán a veces, mientras que otras divergirán totalmente. Sin tratar de imponerlas a los demás, cada cual se responsabiliza de sus propias opiniones.
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Sed todos bienvenidos.
A diferencia de las anteriores citas olímpicas, este año no he visto apenas la ceremonia de apertura. A las seis de la tarde del viernes tenía reunión del club de lectura, que se alargó más de lo habitual, señal de que estábamos a gusto y que teníamos mucho que comentar. A continuación, tenía que hacer unas compras en un supermercado de la zona de la casa de cultura, para luego ir a casa, cenar un poco porque a las diez había quedado con mi amiga Encarni.
De lo poco que vi de la ceremonia, me pareció deslucida la llegada de las delegaciones en bateau mouche y encima bajo la lluvia. Con la alegría y el orgullo que produce verlas entrar en el estadio, bandera en mano. A posteriori, me encantó ver a Rafa Nadal entre los portadores de la antorcha y a Céline Dion cantar, a pesar de su enfermedad.
El viernes 19 por la noche, fui con mi amiga Loli al pub Charol donde nos juntamos con otras chicas. Hacía siglos que no iba porque el acceso me resultaba complicado. Ahora que han abierto una puerta sin escalón, iré mucho más a menudo.
El motivo era una actuación en vivo del dúo Fusion Riffs, compuesto por vozarrón femenino y guitarra eléctrica masculina. Tocan pop y sobre todo rock, de los sesenta a ahora:
Eric Clapton, Amy Winehouse, Nancy Sinatra, The Cranberries, AC/DC, Stevie Wonder, Miley Cyrus, Prince, Metallica, Guns and Roses, Aerosmith... entre muchos más. Me lo pasé pipa.
Alice Humbert tiene el alma desgarrada. Erno Hessel, el amor de su vida, la ha dejado para irse a Nueva York. Estamos en París, 1924, la ciudad se prepara para albergar los Juegos Olímpicos, fundados bajo el símbolo de la unión y la hermandad. Todo bulle: la culminación de la basílica del Sagrado Corazón, los movimientos artísticos, el anarquismo, su desconsuelo…
Me puse a leer esta novela sin saber que era continuación de Una tienda en París, de la que apenas recuerdo nada. De haberlo sabido, ¿la habría releído? Ya os digo yo que no.
La acción transcurre en su mayor parte en 1924, justo ahora hace un siglo, en un verano testigo también de unos Juegos Olímpicos. Aquellos años veinte parecen mucho más gloriosos que los del siglo XXI, con una belle époque rebosante de creatividad, de arte, de libertad. No es lo mismo, no.
Máximo Huerta escribe bonito, con sentimientos a flor de piel para hablar de amor, de deseo, de sororidad, de belleza en la moda y en los cuadros, con personajes ilustres que pasaron por París en la época, enamorados de una ciudad a la que me encantaría volver.
El día 19 fue la festividad de las santas Justa y Rufina, les santetes, como afectuosamente nos referimos a ellas en Agost. Ante su ermita, asistí a la misa en la calle, donde los abanicos se agitaban a toda potencia, y a la posterior procesión.
Recordaréis que en años anteriores la fiesta continuaba en una cena en la calle. A menos de tres semanas del fallecimiento de su hermano, como es lógico, mi cuñada no estaba con ánimos de celebración. Esperemos que el año que viene no haya motivos que lamentar.
Alegría ha sido recreada como una obra maestra atemporal del Cirque du Soleil para que la disfrute una nueva generación. En el centro de un reino que ha perdido a su rey, Alegría observa el conflicto entre el orden establecido y un nuevo movimiento que anhela la esperanza y el rejuvenecimiento. Por un lado, están los aristócratas y su supuesto rey, un loco que reclama el trono y quiere mantener el sistema actual. Y, por otro lado, un movimiento nuevo y humano que surge de las calles para desafiar a la autoridad establecida.
El tiempo libre de jubileta me da para participar en concursos y sorteos. Aunque no gano ni uno de cada mil, me entretengo y de vez en cuando, muy muy a la larga, recibo una alegría, como dos entradas para el Cirque du Soleil, que ha montado sus carpas en la playa de San Juan, al igual que hace dos años. He ido a todos los espectáculos de la compañía canadiense en Alicante, gastándome montones de euros, así que me hizo ilusión ir gratis por una vez con a mi hermana.
Las entradas me tocaron en un sorteo de la Fnac. Les remití un e-mail para que advirtiesen a la compañía de que iba a ir una silla de ruedas y acompañante. Al recoger las entradas, nos pusieron pegas porque no les habíamos avisado, a lo que les mostré el susodicho correo. Al final, apretando las sillas de la primera fila, cupimos la mar de bien.
Alegría, uno de los espectáculos más míticos del Cirque du Soleil, es una maravilla, no solo por los números circenses en sí, que son impresionantes, sino también por la preciosidad de música en directo, el colorido del vestuario, los efectos especiales, la transformación del escenario donde pasan tantas cosas que faltan ojos para abarcarlas. La entrada es cara, sí, pero se ve cada céntimo empleado. La próxima vez que regresen, aunque me cueste dinero, volveré, Dios mediante.
La tarde del 28 de enero de 2016, en el ensayo general del espectáculo Abrazo un día antes del estreno, sufrí un accidente que cambió mi vida.¿Alguna vez has estado en la punta del trampolín de una piscina con un miedo horroroso a dar el salto? Eso es lo que sentí antes de saltar al vacío, pero a oscuras y sin ver el agua…
El salto es el viaje íntimo de cinco años de una bailarina profesional que se rompe en mil pedazos. Relata la fortaleza de su cuerpo y su espíritu para encontrarse y reinventarse. Un viaje de transformación. Una fascinante aventura en busca de su mejor versión.
El domingo 14, fui al recital de la polifacética artista Pilar Andújar en su espectáculo El salto. El título se refiere a un accidente de baile que sufrió y cuya convalecencia la llevó a escribir un libro homónimo que tenía allí a la venta. Ya sabéis lo que opino de esos libros de superación personal, así que pasé de comprarlo.
La señora domina el escenario con su baile y su cante de composiciones propias. Se entrega de tal modo que se empeña en que el público participe con palmas, movimientos y acompañamiento vocal. Que habrá quien quiera y quien no, que la que cobra es ella y los espectadores no tenemos por qué contribuir al show.
El vídeo no corresponde a la actuación en Agost, pero os podéis hacer una idea.
Myriam, madre de dos niños, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de selección para encontrar una niñera, se deciden por Louise, que rápidamente conquista el corazón de los niños y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama.
Esta novela es la que vamos a comentar en la próxima reunión del club de lectura. Se podría decir que pertenece al género negro de no ser porque falta a una premisa: el lector no se devanará los sesos pensando quién ha cometido el asesinato o cómo ha sucedido, ya que la autora nos lo dice abruptamente en las primeras líneas.
Lo que sigue es el proceso de deterioro de la salud mental de la asesina hasta llegar a la tragedia, un camino tortuoso de una mente enferma a quien las circunstancias acaban por hundir.
Lo peor de una historia tan cruel es que está basada en hechos reales, en un caso similar que ocurrió en Nueva York.
Una novela estremecedora, de cuya versión cinematográfica me acabo de enterar. A ver si la encuentro...
El juego de voces, la llamada y respuesta entre las dos solistas hacen que el espectáculo transporte al mismo corazón de Memphis, o a los suburbios de Chicago (con esos clubs de jazz de los 50), llegando al soul más representativo de los 60. La esencia de Aretha y los Franklin nace de la combinación de elementos de Gospel y Rythm & Blues. El concierto rinde homenaje a los grandes iconos del género como son Aretha Franklin, Tina Turner o Ray Charles.
Enmarcado en la programación del Juliol Cultural, el sábado 13 asistí a un concierto de Aretha y los Franklin, agrupación de Villena que conocía de una actuación en 2018 en el mismo lugar.
A diferencia de aquella, las tres vocalistas se han quedado en dos, de tremendos vozarrones y presencia escénica, y ha aumentado el número de componentes de la banda. Como su nombre indica, recrean clásicos del soul, rhythm and blues, rock, sobre todo de artistas femeninas. También cantaron composiciones propias, aunque no fueron las más aplaudidas, evidentemente. El público, entregado, se entusiasmó con el Everybody needs somebody que cerró un concierto espectacular.
Gru, Lucy y las niñas -Margo, Edith y Agnes- dan la bienvenida a un nuevo miembro en la familia: Gru Junior, que parece llegar con el propósito de ser un suplicio para su padre. Gru tendrá que enfrentarse en esta ocasión a su nueva némesis Maxime Le Mal y su sofisticada y malévola novia Valentina, lo que obligará a la familia a tener que darse a la fuga.
Fui el lunes al cine de un centro comercial para ver Gru, mi villano favorito 4. Por horario, no pude llegar a la sesión en versión original subtitulada, así que accedí a una nueva sala, única en la provincia de Alicante, llamada ScreenX. La diferencia reside en que, además de la consabida pantalla central, hay otras dos laterales, por lo que se supone que la experiencia de la película en 270°, casi totalmente inmersiva, va a ser la caña. Por desgracia, los tres euros adicionales al precio de la entrada normal que hube de abonar, confirmaron mis temores de que desde la primera fila, donde estoy confinada, tal experiencia no se aprecia ni se disfruta, a diferencia -me imagino- de quienes están sentados en las gradas. En fin, una y no más..
En cuanto a la película, carece de coherencia ya que parece una sucesión de gags, lo cual no le resta diversión, que es lo que cuenta. Habría agradecido más escenas de los Minions, los personajes más descacharrantes de la animación de los últimos tiempos.
El viernes quedé a cenar con mi amiga Loli para que me contase su viaje a Noruega y, a continuación, ir a la terraza del pub Kaúla a ver un monólogo. El humorista en cuestión era Fernando Bernal, gaditano, en la línea de la escuela andaluza de chistes, que no es mi favorita. En su descargo, diré que también hiló algún relato más estilo monólogo que estuvo ingenioso.
No acabé de disfrutar del todo la experiencia porque me daba el aire de los dos enormes ventiladores que el dueño había instalado para aplacar los rigores de la canícula y empezó a dolerme el cuello. ¡Con el pánico que tengo a resfriarme! Ya sé que a la próxima vez me llevaré un fular.
Nobel Prize-winning scientist Sarah Collier has started to show the same tell-tale signs of Alzheimers disease as her father: memory loss, even blackouts. So she is reluctant to accept the invitation to be the guest of honour at a prestigious biotech conference - until her husband Daniel, a neuroscientist, persuades her that the publicity storm will be worth it. The technology being unveiled at this conference could revolutionise medicine forever. More than that, it could save Sarahs life.
Más de una vez os he hablado de unas amigas que son megafans del actor Richard Armitage y por ellas me enteré de que había publicado su primera novela. Al parecer, cuando se enfrenta a un personaje, escribe largo y tendido sobre él, le crea una biografía e indaga en los motivos de su comportamiento. De ahí que se viera preparado para redactar una novela. Y bastante buena le ha salido.
En principio, no pensé en comprar el libro pues hace tiempo que no leo en inglés y temía perderme. No ha sido así, a pesar de no conocer bastantes palabras: unas las he buscado y otras las he deducido por el contexto. La trama es sumamente entretenida, con multitud de giros que incitan a pasar páginas hasta ver cómo concluye.
Además, con el calor sofocante que estamos sufriendo en esta tierra, es un alivio trasladarme a una Ginebra gélida en plenos Alpes nevados.
Os dejo un vídeo donde el autor, con su prestancia habitual y su maravillosa voz, lee el principio de la novela.
Que el triunfo de España en la Eurocopa no opaque el logro del murcianico Carlos Alcaraz en el torneo de Wimbledon por segundo año consecutivo.
La leyenda de Carlos Alcaraz es imparable. El tenista español sigue forjando su legado a pasos agigantados. A sus 21 años, el murciano ha conquistado sobre la hierba del All England Club su segundo Wimbledon y su cuarto Grand Slam.
Lo ha logrado con una exhibición ante Novak Djokovic, el siete veces campeón del torneo. Y lo ha hecho por la vía rápida, en tres sets, desplegando un tenis descomunal y minimizando al máximo a uno de los mejores tenistas de la historia, que solo pudo hacerle sombra en la tercera manga (6-2, 6-2 y 7-6). Wimbledon repitió la final de 2023, pero no el guion. Esta vez, el triunfo del español fue mucho más contundente.
El glamour de la pista se observa al ver la cantidad de rostros famosos que asistió a la final, como Tom Cruise, Hugh Jackman y Benedict Cumberbatch.
España está con resaca de la victoria en la Eurocopa, la cuarta, con la curiosidad de que la primera se consiguió el mismo día que nací yo.
Nervios a flor de piel en Berlín. Este domingo 14 de julio, la selección española de fútbol masculino ha escrito su nombre con letras de oro en la historia del deporte rey al alzarse con su cuarta Eurocopa, las anteriores las logró en 1964, 2008 y 2012. Una final contra Inglaterra que ha sido de lo más emocionante.
El anhelado gol ha llegado en el minuto 47 de la mano de Nico Williams con un pase de Lamine Yamal. Una muestra más de que los más jóvenes del combinado se dejan la piel en el campo. La euforia se ha apoderado de los aficionados españoles, que, aunque son minoría en comparación con los ingleses, no paran de corear y dar aliento a los nuestros. En el minuto 72 Palmer, que acababa de entrar, ha conseguido el empate. 'La Roja' no ha perdido la valentía y coraje que la caracteriza y en el minuto 86 Oyarzabal ha vuelto a poner a España en la cabeza. Tras 4 minutos de añadido, el árbitro ha pitado el final definitivo. Lágrimas de emoción, besos y bailes, ¡España es campeona de Europa! Además del trofeo colectivo, varios jugadores han recibido premios por su trabajo individual. Concretamente Lamine Yamal como mejor jugador joven y Rodrigo Hernández como mejor jugador de la Eurocopa.
Sin estar previsto, más que ver el partido, lo oí cenando con dos de mis Guapetonas en la terraza de un bar. Allí escuchamos las reacciones de quienes estaban en el interior ante la tele. Las chicas de la mesa de al lado entraban y salían y nos mantenían informadas. Con el pitido final estalló el júbilo y empezaron los estallidos de cohetes y tracas y los paseos de coches dándole al claxon.
Los fans de 'Embrujadas' lloran la muerte de uno de sus protagonistas más queridas. Shannen Doherty, la actriz que dió vida a la vida Prue Halliwell, ha muerto este pasado sábado a los 53 años de edad después de una larga lucha contra el cáncer, según ha desvelado el portal especializado en televisión y cine Variety.
La carrera profesional de Shannen Doherty en la ficción televisiva comenzó en el año 1990. La actriz formó parte del elenco actoral de 'Sensación de vivir', mítica serie emitida por Telecinco en la que interpretó durante sus cuatro primeras temporadas a Brenda Walsh, personaje que tuvo una relación sentimental Dylan (Luke Perry).
Años más tarde, en 'Sensación de vivir: la nueva generación', Doherty regresó al spin-off de la serie que le dio una de sus oportunidades televisivas más importantes para dar vida de nuevo a una Brenda Walsh ya convertida en profesora de interpretación.
Pero, sin duda, el otro papel televisivo por el que Shannen Doherty se ganó el cariño de la audiencia fue el de Prue Halliwell en 'Embrujadas'. La actriz estuvo durante las tres primeras temporadas de la serie de Warner Bros., siendo parte de las tres hermanas brujas más conocidas de la televisión junto a Holly Marie Combs y Alyssa Milano.
Estas no fueron las únicas series en la que Shannen Doherty trabajó en su dilatada trayectoria profesional en el mundo de la televisión. 'La casa de la pradera', 'Magnum, P.I.', 'Más allá de la ley', 'Nuestra casa', 'North Shore' y 'Riverdale', entre otros, son algunas de las ficciones de las que también formó parte.