Sinopsis:
'Sense8' gira en torno a las aventuras de ocho personas distintas de
lugares diferentes del mundo. A raíz de una muerte trágica que perciben a
través de los sueños o con visiones, se encuentran en un crecimiento mental y
conectado. El grupo variopinto está formado por un conductor de autobús
africano, un bloguero americano transexual, un alemán que roba cajas fuertes,
una mujer de negocios coreana, un actor de telenovelas mexicanas y una joven
fiestera islandesa. Tras la premonición, intentarán ser reunidos por Jonas, un
afroamericano con habilidades especiales, mientras que Mr. Whispers irá tras
ellos con el mismo poder sensorial, que trata de ver los pensamientos con solo
mirarse a los ojos.
De las series que llevo vistas este verano, esta es la que más me ha
impactado. No me conquistó desde el principio. Los primeros episodios pueden
resultar confusos pues se nos presentan las peripecias de los ocho personajes
principales, muy diferentes de procedencia y de circunstancias vitales, sin
aparente relación entre ellos. Poco a poco, episodio tras episodio, los vamos
conociendo sin poder evitar quererlos, más al ver esas conexiones que se nos
escapaban al inicio, tan sorprendentes y llenas de magia. Además de la
historia, que puede gustar o no, la realización de las hermanas Wachowski es
impecable, por no hablar del montaje de artesanía, como si se tratase de una de
sus películas. No faltan temas propios de ellas, como las escenas de acción y
el amor por las artes marciales.
Por comentar uno de los ocho protagonistas, destacaré el del español Miguel Ángel Silvestre. No soy gran seguidora suya; de hecho, debo ser de las pocas compatriotas que no ha visto Sin tetas no hay paraíso ni Velvet. De hecho, empecé a ver la serie espoleada por la curiosidad de cómo se desenvolvía en inglés en una producción internacional. en el papel del prototipo de macho latino cuya carrera de actor de telenovelas se vería acabada si saliese a la luz pública su homosexualidad. Sale más que airoso de la prueba. También me encantó el mexicano Alfonso Herrera, su amante.
El de la orientación sexual es uno de los muchos aspectos que trata la serie,
junto a la violencia de género, las drogas, la discriminación de la mujer, el
tráfico de armas, la pobreza del Tercer Mundo, y muchos más. O sea, no se trata
de entretenimiento vacío.
Lo que menos me gustó es el final, pero no tanto como para quitarle mérito a un
trabajo fenomenal. Además, acaban de renovar para una segunda temporada.
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