Campanario a prueba de sismos

Un electro a un campanario del siglo XVIII para poner a prueba su resistencia frente a los terremotos. 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante está estudiado la torre de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de Agost, con una serie de pruebas de carga dinámicas con el fin de evaluar sus características dinámicas y su posible respuesta frente a un terremoto. 

Los vecinos han podido ver una gran grúa de más de 40 metros de longitud durante días sobre la torre y varias personas sobre una cesta colocando sensores en toda la estructura de la torre. Varias veces al día sonaron las campanas la pasada semana como si se tratase de un día de fiesta mayor y los más de 18 sensores instalados a lo largo de la torre permitieron realizarle un «electro» y analizar las vibraciones que transmitía tanto con la acción del viento como la de las campanas. Con los registros obtenidos se analizará la integridad de la torre y su respuesta frente a un posible terremoto, según explicó el investigador principal del proyecto, Salvador Ivorra.

Se han tomado muestras de material con el fin de realizar ensayos físicos y químicos para poder identificar la capacidad resistente de los mismos. El ensayo realizado presentó fructíferos resultados, sobre todo durante el volteo de las campanas en el que todos los acelerómetros registraron perfectamente las vibraciones en la torre, presentado niveles adecuados para la evaluación de la respuesta sísmica.

Simulación

Tras un detallado levantamiento topográfico de la estructura se está construyendo un modelo numérico que simule perfectamente la torre. Este modelo matemático será capaz de valorar cómo se comportará frente al terremoto que predice la normativa para Agost. Posteriormente se diseñará el refuerzo mediante láminas de fibra de vidrio y carbono que debiera instalarse en toda la longitud del campanario, en el caso de ser necesario.

Prácticamente toda la provincia de Alicante es zona sísmica y muchas construcciones no son capaces de soportar el terremoto que la normativa de construcción actual predice que podría presentarse. Desde la UA, a través de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y por la Generalitat, se están estudiando estructuras esbeltas de mampostería frente a esta posible acción sísmica y las técnicas de refuerzo que habría que aplicar mediante materiales avanzados tecnológicamente y compatibles con estas estructuras, generalmente protegidas como patrimonio histórico. 

El campanario de Agost fue construido en diferentes etapas, siendo la última en el siglo XVIII, tiene una planta prácticamente cuadrada de 6 metros de lado en la base y una altura de 27,5 metros. Como la mayor parte de las torres presenta un pequeño desplome de varios centímetros en diversas orientaciones. No presenta una patología estructural particular, aunque es un campanario muy masivo con espesores de muro en la base de casi 2 metros en algunas zonas. Y dentro de poco el estudio aclarará si resistiría un terremoto.

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