El pequeño poni

Sinopsis:
La obra aborda el tema del acoso escolar basándose en los hechos reales sucedidos en Carolina del Norte en 2014 con un niño de nueve años llamado Grayson, humillado, agredido por sus compañeros y expulsado del centro escolar donde estudiaba.

La dirección del colegio consideró "detonante de acoso" el hecho de que Grayson acudiera a clase con la mochila de sus dibujos animados favoritos (My Little Pony) y le acusó de haber provocado "disrupción en el aula". La función, que gira en torno a un tema de plena actualidad, ofrece una reflexión acerca de la libertad, el miedo y el instinto de protección.

El sábado fui al Teatro Principal de Alicante a ver esta función. La obra es muy intensa y dolorosa, invita a la reflexión, a un examen de conciencia sobre nuestra percepción de los demás, a perder el miedo a lo diferente y a respetarlo. Un grito amargo en pro de la tolerancia. Aquí se centra en el acoso escolar, basado en un caso real. La obra debería ser de obligada visión en claustros escolares, AMPAS, Facultades de Ciencias de la Educación y a todo el mundo en general.

La confrontación de esos padres es una batalla dialéctica exenta de maniqueísmos. Por mucho que me duela admitirlo, a veces entendía –que no compartía- las posturas de uno y la otra. Ninguno tiene la razón absoluta. Lo que sí queda claro que algo se debe hacer para que cambiemos como sociedad.

No es teatro comercial, desde luego, y por ello se vio resentido de la afluencia de público. Me dio mucha pena que apenas estuviese cubierto medio aforo del teatro. Espero que la función del domingo fuese más concurrida. No éramos muchos pero podría afirmar que todos salimos conmovidos por la lección de teatro que dieron María Adánez y Roberto Enríquez. Me extasié con el arte actoral de ese pedazo de Roberto, bien acompañado por María, a la que no conocía en un registro dramático Dejando aparte lo guapo que está, es inmensa la calidad de la interpretación de ese hombre. Sin lugar a dudas, Roberto es el actor español que mejor llora.