Sinopsis:
La
serie basada en la realeza británica se presenta como una sátira que explora a
Will y Kate, el príncipe Harry y Pippa Middleton, Camilla y Charles en un halo
cómico como nunca antes se había visto. Y lo hace desde un guion mucho más
sensacionalista que cualquier titular de tabloides británicos. Camilla quiere
comenzar una nueva dinastía. Harry está ligado a todo lo relacionado con el
sexo. Guillermo trabaja de incógnito para saber la opinión de los ciudadanos de
primera mano. Kate Middlenton no termina de acostumbrarse a la realeza y su
herman Pippa se esfuerza por vivir cómodamente y llena de dinero.
Incluso con los escándalos de la familia
real española de la última década, existe un sector de la sociedad que
considera casi intocables a sus miembros y al que le sabe mal que se aireen sus
movidas en los medios de comunicación.
Ignoro si en otros países europeos con monarquías el movimiento republicano es
muy activo. Yo pensaba que en Gran Bretaña no, pero eso era antes de ver esta
serie. El retrato de los Windsor es tan sumamente brutal que me casi me mueve
de la risa a la pena. Por supuesto que no son dignos de lástima por todos sus
privilegios y riqueza, pero es que el tratamiento de los personajes es
demoledor, llamándolos por su nombre, además. Más que caricaturas, a veces
parecen espejos deformes, no dejan títere con cabeza. Me recuerda a la serie
Another period en planteamiento y desarrollo de tramas.
Iba a escribir que tendríamos que aprender de los británicos, pero no hace falta, pues España posee tradición satírica. Quizás solo necesitamos más tradición y educación democráticas. Si me planteáis dónde están los cacareados límites del humor, no sabría responderos, lo siento.
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