El reino

 

Sinopsis:

En lo alto de una montaña, en los páramos de Noruega, hay un viejo caserón habitado por un hombre solitario. Se llama Roy, es experto en pájaros, lleva la gasolinera del pueblo y en cada casa corre un rumor sobre él. Su vida gris se reabre con la vuelta de Carl, su hermano pequeño. No se ven desde que se fue a estudiar a Estados Unidos hace quince años, tras la muerte trágica de sus padres en un accidente de coche.

Aunque había visto muchos libros de Jo Nesbø, no había leído nada suyo, entre otras razones porque casi todos forman parte de una saga. Si me animé a leer este se debe a dos motivos: por ser una novela autoconclusiva y por la recomendación de Juan Gómez-Jurado que incluso compartió conversación con el noruego sobre la creación literaria. Me salvó que en el momento del inicio de la lectura en libro electrónico no sabía que sobrepasa las seiscientas páginas. ¿Se me ha hecho pesado? No demasiado.

La novela respira una atmósfera agobiante que contrasta con los espacios abiertos de las montañas noruegas. Yo, que despotrico contra el bochorno que sufro en veranos como el presente, no me explico cómo se puede vivir en temperaturas bajo cero. No me extraña que una manera de entrar en calor sea matar gente. La voz en primera persona nos transmite sensación malsana, enfermiza, que cuesta que empaticemos con él o con el resto de los personajes, incluso en las escasas ocasiones en que parece que se redimen. Aunque a veces me sentí tentada a abandonar la lectura, no podía porque quería saber cómo acababa aquello, a sabiendas de que no sería bien. Precisamente el final me pareció lo más flojo: ya que me he tragado el más de medio millar de páginas, ya podría el señor Nesbø darnos más detalles y no terminar tan abruptamente.