El duque

 

  

Sinopsis:

En 1961, Kempton Bunton, un taxista de 60 años, robó el retrato del duque de Wellington, de Francisco de Goya, de la National Gallery de Londres. Fue el primer (y sigue siendo el único) robo de la historia de la galería. Kempton envió notas de rescate diciendo que devolvería la pintura a condición de que el gobierno invirtiera más en el cuidado de los ancianos. Lo que sucedió a continuación se convirtió en algo legendario.

Hay historias reales que prueban el dicho de que la realidad supera la ficción. Esta es una de ellas. Un rocambolesco robo del retrato que Goya pintó al duque de Wellington y que se exhibía en la National Gallery de Londres, por una parte. Por otra, un anciano encantador y engatusador, con tal espíritu de impartir justicia social que le impedía conservar un empleo. Jim Broadbent está espléndido en el papel, al igual que Helen Mirren como la abnegada esposa en cuyos hombros cansados de limpiadora recae la economía doméstica. Como abogado defensor, el siempre resultón Matthew Goode.

Los hechos tienen lugar en 1961, así que la fotografía, el montaje y la banda sonora rinden homenaje a las películas de la época.

Sin tener gran trascendencia, la película se ve con agrado. Ideal para una tarde bajo el aire acondicionado doméstico.