El día 8 fue el cumpleaños de mi amiga Paqui. Ese día, domingo, lo dedicó a celebrarlo con su familia,así que nos invitó a almorzar al resto de las Guapetonas la víspera.
Quizás al ser sábado el restaurante estaba abarrotado, incluso nuestro habitual reservado estaba dividido por un biombo para optimizar el espacio. Menos mal que nosotras cumplimos con las medidas de seguridad.
A lo que iba: qué bien nos hace (por lo menos a mí) estos ratos de conversación en torno a una coca a la pala y la correspondiente tarta de cumpleaños elaborada por la artista Rosa, a la que echamos de menos, al igual que a Nieves y María. Por cierto, la tarta, exquisita como siempre, era de chocolate blanco con galletas del Príncipe. No puedo imaginar el repertorio de tartas que tiene esta repostera, que hasta ahora no ha repetido ninguna.
Le regalamos ropa veraniega y disfrutamos de la mutua compañía, que es lo más importante.
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