Sinopsis:
El inspector Nicolás Garrido de Souza investiga un crimen cometido a las afueras de Santa Cruz, La Coruña. Todo parece indicar que el asesino regresó al lugar de los hechos para llevarse algo, pero… ¿Qué? ¿Drogas? ¿Dinero? ¿Joyas? ¿Tal vez pruebas que pudieran delatarle? El frágil equilibrio que mantiene con sus compañeros de la comisaría comenzará a quebrarse al sospechar de la implicación de uno de ellos en el crimen. Las cosas terminarán de complicarse con el hallazgo de un nuevo cadáver.
He estado haciendo memoria y no recuerdo cómo llegó este libro a mis manos, si lo gané en un sorteo o lo compré directamente a la autora, Cristina Amor. El caso es que, como veis en la foto de abajo, lo tengo dedicado de su puño y letra. En el intento de disminuir el montón de libros pendientes me he puesto a leerlo y he de decir que me ha agradado.
Respondiendo a la pregunta que me plantea en su dedicatoria, le contesto que no, que no averigüé quién mató a Ramón Gallego antes de llegar al final, que suelo ser pésima para ello, lo que mirándolo desde el lado positivo no está tan mal, ya que me encanta que una novela me sorprenda. Tampoco podía dilucidar a manos de quién muere Daniel Duarte, porque aquí la escritora nos tiende una trampa mediante un personaje del que no puedo hablar más sin destripar cuyo enfoque detesté al principio por motivos personales que tampoco puedo revelar por la susodicha razón.
Una vez más, me ha gustado conocer una autora novel.
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