Sinopsis:
Un espectáculo pensado para toda la familia donde la búsqueda parte del teatro de objeto, el clown, el teatro físico y visual, la música, el humor y como confluyen todos ellos en el ilusionismo, entendido como un poema visual, surrealista, lúdico y asombroso. ¡Ah! y sin decir ni una palabra…
En febrero de 2016 conocí a Nacho Diago con su espectáculo Días de Nocilla y magia. A la entrada del salón de actos nos daban una pelota de papel, lo que me hizo pensar que en algún momento se lanzaría al escenario, como así fue: una lluvia de bolas cual granizo inofensivo contra el mago.
No es una función de magia al uso sino más bien un espectáculo intimista y familiar que parte del bloqueo del creador ante la página en blanco. Ese papel y cientos como él tienen un protagonismo especial. Los ecologistas pondrían el grito en el cielo ante tanto papel desperdiciado, pero seguro que luego será reciclado.
Me encantó un segmento de cariz cinéfilo donde Diago y un muñeco de papel representan películas famosas, acompañados de la correspondiente banda sonora.
Como guiño a los adultos, una alusión a Putin que fue muy aplaudida.
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