Sinopsis:
Paul es hijo único y el rey de su casa. El nacimiento de su hermana Irati provocará que se apodere de él un miedo íntimo a dejar de ser querido, amenazando la estabilidad familiar.
La función del domingo pasado, la segunda de la actual Muestra de Teatro Infantil, quizá haya sido la mejor representación de este género que yo haya visto en la Casa de Cultura de Agost. No en vano he leído que la compañía Teatro Paraíso desarrolla una intensa labor artística dedicada a la producción, creación y exhibición de espectáculos de calidad para la infancia y el público familiar desde hace más de cuarenta años. En 2021 fueron finalistas de los Premios MAX de las Artes Escénicas por Úniko.
Pretende ser un reflejo de lo que los celos por el nacimiento de un hermano pueden provocar en un niño y su entorno. Mezclando las técnicas del títere y del teatro más realista se plantea el inquietante tema de los celos, mirándolos de frente en toda su crudeza, aunque sin perder nunca el sentido del humor.
La dureza es tal que hasta muchos niños se asustaron y se echaron a llorar, incluso algunos abandonaron el salón de actos. Supongo que fue eso lo que provocó la bronca que el elenco nos soltó tras la ovación que les dedicamos porque tal trajín molestaba y desconcentraba a los artistas. No lo pongo en duda, pero ellos han de ser conscientes de que trabajan para niños y estos son imprevisibles.
Todo lo anterior no quita mérito a una obra de gran calidad.
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