Tras haber aplazado dos veces la boda por culpa de la pandemia, el día 25, Dios mediante, se casa Adrián, el hijo de la Guapetona Rosa, que ha tenido el detalle de invitar a las locas de las amigas de su madre. Evidentemente, se impone el regalo en metálico, que es lo que mejor les viene a los novios. No obstante, además del dinero, queríamos que tuvieran un recuerdo tangible de las Guapetonas, así que les compramos un juego de marcos de fotos para cuando tengan las imágenes del enlace. Toñi preparó una caja primorosa donde meter los regalos y una tarjeta firmada por todas. El domingo por la mañana nos reunimos para llevársela a Rosa, pues los novios viven en el campo.
Como hacía un día tan espléndido, más estival que primaveral, tres Guapetonas y yo nos fuimos de tapeo. Además de comer estupendamente, pasamos un rato genial charlando e haciendo planes.
1 comentario:
Felicidades a los novios, que saben muy bien lo que hacen al invitar a las Guapetonas, alma de las fiestas a las que asisten.
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