Sinopsis:
Los adolescentes Tony y María, a pesar de tener afiliaciones con pandillas callejeras rivales, los Jets y los Sharks, se enamoran en la ciudad de Nueva York en la década de los 50.
Cuando me enteré de que Steven Spielberg iba a hacer este remake, lo primero que pensé fue: ¿pa' qué, pa' qué? ¿Qué sentido tiene retomar una película que es un clásico bien considerado por la crítica y el público? Con cierta reserva, fui al cine a verla. Por cierto, era la única espectadora en la sala.
Recuerdo que en un programa de Todopoderosos dedicado a Spielberg, el director Rodrigo Cortés abogaba por que el maestro de la narración cinematográfica dirigiese un musical. Mirad por dónde su profecía o su deseo se ha cumplido. He de decir que Spielberg no me ha decepcionado. La película, sin ser muy diferente a la original, se desmarca de ella. Ha ganado en diversidad, porque los personajes latinos son representados por actores de ese origen, que, como el resto, cantan con sus propias voces y no son doblados como en la otra. Sin desmerecer a nadie, la actriz que encarna a María, la preciosa Rachel Zegler, es un descubrimiento.
Tras cada número musical, me daban ganas de aplaudir, como si estuviera en un teatro. Durante horas me rondaron las magistrales melodías y no paré de tararearlas. Pura maravilla.
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