miércoles, 24 de abril de 2013

Una pistola en cada mano


Sinopsis:
A pesar de tenerlo todo, J. (Sbaraglia) está bajo los efectos de una gran depresión. En cambio, E. (Fernández), que no posee más que un gato, vive apaciblemente a pesar de haber tenido que volver a casa de su madre. S. (Cámara) intenta volver con su mujer (Segura) dos años después de su ruptura. G. (Darín) recurre a los ansiolíticos para intentar comprender por qué su mujer tiene una aventura. P. (Noriega) pretende seducir a una compañera (Peña). María y Sara (Watling y Guillén Cuervo) intercambian a sus maridos (Mollà y San Juan) con el fin de descubrir sus intimidades. L. (Tosar) es un hombre que llama a su amante con el nombre de su perro. Una radiografía de la vida amorosa de ocho hombres de hoy. 

Me ha entretenido la peli Una pistola en cada mano. Entrelaza historias de parejas (no necesariamente amorosas) interpretadas por lo más granado del cine español. Tiene una temática bastante feminista, o quizás antimachista, según se mire, pues revela lo simples y lo torpes que son los hombres en sus relaciones personales una vez superada la barrera psicológica de los cuarenta. Quizás el más divertido sea el episodio entre Candela Peña y Eduardo Noriega, o cómo un hombre puede tener tan poca vergüenza y encima pensar que las mujeres somos tontas. Peli muy maja.



4 comentarios:

Johnny dijo...

No me dejó ver el trailer porque dice que hay error, pero igual la busco ahora en youtube. Pocas pelis en nuestro idioma tratan temas masculinos, así que creo la buscaré en el internet para verla.

Conchi dijo...

Aquí sí se ve el tráiler.

lapurautopía dijo...

Me encantó esta película, me gusta la historia de Javier Cámara, aunque se me hizo difícil de tragar por lo patético de la situación. Muy recomendable....

Miriam dijo...

Como he dicho: buenísima.
Te has quedado corta.
Los papeles están súper-híper-mega-cuidados.
Eduard Fernández "eclipsa", ¡qué bárbaro! me encanta ese hombre.
Darín, como siempre, genial!
Sbaraglia, impecable y Tosar, perfecto.
Lo que, en realidad, quiere contar es que las mujeres somos demasiado cotorras... ellos... no le dan importancia a sus sentimientos. Salvo la conversación de Sbaraglia y de Eduard... No sé... te hace pensar, de verdad, que dos hombres pueden llevar una eternidad siendo amigos pero ¡¡NO SE CUENTAN NADA!! o, al menos, nada importante.
Leonor Watling lo define perfectamente en la frase: "Tiene razón, nosotras hablamos de gilipolleces: de nuestras parejas."
Besazos, guapa!!!!