jueves, 14 de abril de 2016

Objetivo: Londres



Sinopsis:
Tras el fallecimiento del primer ministro británico en extrañas circunstancias, todos los líderes mundiales se reúnen para su funeral. Pero existen planes para que el acto, que cuenta con la mayor seguridad del planeta, sea una oportunidad para acabar con los mandatarios y sembrar el caos en todo el mundo. El presidente de los Estados Unidos y sus colaboradores del Servicio Secreto son los únicos capaces de evitar la tragedia. 

El domingo cambié risas por acción, que tampoco está mal, sobre todo si va liderada por Gerard Butler. Comimos en un kebab de un centro comercial de Alicante e hicimos la digestión entre tiros, explosiones y mamporrazos que reparte la bestia parda de Mike Banning, "hecho de bourbon y malas decisiones", en Objetivo: Londres, secuela de Objetivo: la Casa Blanca.


Aunque la reseña de aquella valdría para la presente, añadiré algunas impresiones más. La semejanza a la serie 24 se acentúa pues nos van marcando la hora de cada movimiento; además, su última temporada también transcurrió en Londres. La propaganda estilo americanada existe, no se puede negar, pese a unas (muy tibias) pinceladas que culpan –en parte- a Estados Unidos porque también vende armas a los terroristas.

Por otra parte, queda en evidencia el nulo papel de España en asuntos internacionales. Nuestro presidente no aparece entre los líderes mundiales, aunque, dado el resultado, casi sea mejor así.


Mucho efecto especial, evidentemente, porque de Londres quedan puros cascotes. Una palabra de la misma familia le echaría yo a ese Gerry afeitadito y guapetón que lleva como nadie lo mismo un traje que una camiseta sudada (ahí eché en falta un momento ducha). En un momento sostiene un bebé que se pierde en su manaza, escena que es para hacer explotar todos los ovarios de la sala.


La película apenas deja momentos de respiro, en la línea del mejor cine de acción de los 80. No aburre, de verdad. Ahora bien, ¿habría ido al cine a verla de no estar Gerard Butler? Probablemente la habría visto en casa tranquilamente.

2 comentarios:

Johnny dijo...

Acción y solo eso

carolina dijo...

Lo sé, Johnny, pero de vez en cuando no viene mal desconectar por completo la neurona. En cuanto a que no aparezca nuestro presidente entre los líderes mundiales, creo que mejor correremos un tupido velo sobre el asunto. No ya sobre el poco peso de España en los asuntos internacionales (bueno, eso no es tan grave, habida cuenta de que lo gordo pastel se lo reparten entre no más de 10 países), sino sobre imaginarse cómo quedaría en pantalla.