Sinopsis:
La vida del Dr. Stephen Strange cambia para siempre luego de
un accidente automovilístico que lo deja sin poder mover sus manos. Cuando la
medicina tradicional falla, se ve obligado a buscar una cura y esperanzas en un
lugar impensado: una comunidad aislada llamada Kamar-Taj. Rápidamente descubre
que éste no es sólo un centro de recuperación, sino también la primera línea de
una batalla en contra de fuerzas oscuras y ocultas empeñadas en destruir
nuestra realidad. En poco tiempo, Strange, armado con sus poderes mágicos
recientemente adquiridos, se ve obligado a elegir entre volver a su antigua
vida de riqueza y estatus o dejarlo todo, para defender el mundo como el mago
más poderoso del planeta.
El viernes pasado, el mismo día del estreno en España, fuimos
al cine a ver esta película. Me podía el ansia viva, lo admito. Mi buen amigo
José Ángel iba a decidir por sí solo si verla o no, sin esperar mi opinión,
porque dudaba que fuera objetiva. Muy ofendida, le repliqué que servidora es
muy profesional y qué sé separar mi cinefilia de mis reacciones hormonales. Y lo
voy a demostrar.
Este blog es testimonio de que con Pedro, marvelita de pro,
hemos ido al cine a ver todas las películas de su universo cinemático. De modo
que esta no iba a faltar, con independencia del actor protagonista. Volviendo a
la historia, fue Pedro quien me puso en antecedentes sobre el personaje. Yo no
leía cómics de superhéroes, así que no tenía ni idea. La que nos ocupa, como
presentación de uno de ellos, es de las mejorcitas de la franquicia. Ese doctor
arrogante, tan pagado de sí mismo, que posterga los sentimientos a la fama y a
la fortuna (llamadme loca, pero me recordó al doctor Troy de Nip/Tuck), no cae
bien al espectador. Solo a través de su calvario tras el accidente (los títulos
de crédito finales nos recalcan el peligro de las distracciones al volante por
atender al móvil) comenzamos a empatizar con él. Su encuentro con las
dimensiones alternativas es el nuestro y nos sentimos tan impactados como él.
Mención aparte merecen los efectos visuales. Muchas veces me
he quejado aquí de que este tipo de películas acaban por parecer de dibujos
animados ante la profusión de efectos generados por ordenador. Sin embargo, son
tan brillantes e innovadores y al mismo tiempo tan estéticamente bellos que no
cansan sino que hechizan. Me parecen una piedra angular como fueron los de
Matrix en su día.
Lo mejor es que dichos efectos no figuran para epatar por sí
solos sino que están al servicio de la historia que cuenta un guion cuidado. Enmarcados
en ellos, escenas de acción bien coreografiadas y ejecutadas, y píldoras de
humor que rebajan la tensión.
Uno de los méritos del Universo Cinemático de Marvel (a excepción
de algunas metidas de pata) es adjudicar actores de calidad para encarnar sus
personajes, tanto héroes como villanos. Aquí el acierto es pleno, desde el
protagonista hasta intérpretes de tanto prestigio como Tilda Swinton, Chiwetel
Eljofor o Rachel McAdams, reconocidos por la Academia, o el danés Madds
Mikkelseen, que tan bien domina los personajes oscuros.
Ahora puede que se asomen mis hormonas, aviso por si alguien quiere dejar de leer. No voy a subrayar la calidad interpretativa de Benedict Cumberbatch porque sería redundante. A pesar del vello facial y alguna peluca no muy conseguidos, ¡qué guapísimo está! ¡Si incluso herido le colocan la sangre de tal manera que resalten esos pómulos suyos tan distinguidos, tan marca de la casa! Como también lo son sus manos, con ese arte de moverlas para ejecutar los hechizos. Si a eso se le unen sus maravillosos ojos heterocromáticos ya me hallo en otra dimensión. Lástima que no la oí en VOSE, lo que me habría acabado de finiquitar. Esperaré, pues, al DVD.
2 comentarios:
Ya sabía yo que iba a salir la palabra Matrix en tu crítica sobre la peli. No soy un gran consumidor del universo Marvel, al final todas me parecen iguales y me aburro... Alguna que otra veo, por su posible desigualdad con las demás; Deadpool me gustó por ejemplo.
Así que esta, no me la voy a perder, estando seguro ya, de que no me va a defraudar.
La vimos, las niñas maravilladas, son fanáticas del mundo de Marvel. Acepto la excelente y elegante forma en los efectos especiales, el actor muy en su papel, pero...me faltó algo ( no sé qué) para cerrar el círculo.
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