jueves, 11 de junio de 2020

Sidi



Sinopsis:
No tenía patria ni rey, sólo un puñado de hombres fieles.
No tenían hambre de gloria, sólo hambre.
Así nace un mito.
Así se cuenta una leyenda.

Trate el tema que trate, Arturo Pérez-Reverte es garantía de una prosa sólida, rotunda, de un perfecto castellano, además de amena.

Como los documentos que existen sobre Ruy Díaz de Vivar distan de ser fidedignos, conocemos la figura histórica principalmente a través del Cantar del Mío Cid y de las demás elaboraciones literarias a lo largo de los siglos. El autor recalca que su versión es una más. Recoge los tópicos de las anteriores, como la niña de Burgos que se lamenta de no poder cobijar al desterrado, y nos narra cómo llegaron a su poder el caballo Babieca y la espada Tizona, así como la recepción del epíteto árabe Sidi (señor) y el de origen latino Campeador.

Junto a Ruy (que no Rodrigo), sus mesnadas: mercenarios de la guerra, no exentos de honor. Como en el Cantar, el autor se recrea en la dureza de las condiciones en que vivían, en la crueldad de las batallas cuerpo a cuerpo donde se perdían miembros, cuando no la vida.

Por supuesto, la historia del Cid es mucho más extensa que lo que narra la novela, de modo que tarde o temprano tendremos un nuevo volumen donde nos cuente la toma de Valencia. A pesar de que no es la novela de Pérez-Reverte que más me ha gustado, leeré la continuación, que don Arturo lo merece.

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