Sinopsis:
Un día, Gaspard, un hombre que ya ha sufrido muchos engaños amorosos y cree que no le queda más amor que dar, se topa en el río Sena con una sirena herida llamada Lula. La lleva a su casa para poder cuidarla en su bañera, pero descubre que cualquier hombre que se enamore de ella acaba muriendo. Inmune a sus encantos al principio, acabará cayendo rendido al amor por Lula, el cual es sinceramente correspondido.
Cuando os comenté la novela homónima en la que se basa esta película, pensé que en la cabeza del autor, Mathias Malzieu, ya estaba configurando cómo la trasladaría a la gran pantalla, que para eso la dirigiría también él. Por tanto, el resultado es muy fiel al libro.
Hasta tal punto era su propósito que el personaje de la vecina española, tan chismosa como de enorme corazón, era Rossy de Palma clavada en la novela y la interpreta en la película.
Aunque a priori el enamoramiento de un ser humano con una criatura marina puede remitir a La sombra del agua, no tiene mucho que ver más allá de los toques de realismo mágico que en la producción francesa son más de brocha gorda.
Aun así, se ve con agrado si no se tienen más pretensiones que las de dejarse llevar por esta bizarra historia de amor y pasar un rato majo. Pero el libro es mejor.
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