Mi sobrina Andrea (tomando la cerveza), mi sobrino José Daniel, mi hermano José Manuel, mi madre (de pie), mi hermana Diana, Aymé i vivi (de espaldas)
Mi madre, mi hermana y mi esposa
Mi madre, mi hermana y mi esposa
Lucianna no resistió y quedó dormida en la sala
Mi madre con mi hermano y su hijo
Esta es la primera Navidad sin mi padre y por ello mi madre no quería celebrar, pero la convencimos para hacerlo, mas otro problemilla también se atravesaba, este año a mi hermano le tocaba celebrar con su familia política (en Monterrey). Así que acordamos hacer la cena un día antes, ayer 23 de diciembre, en casa de mi hermana. Pero rematamos con otro pequeño conflicto, la inseguridad de las carreteras es enorme (están asaltando a las personas, quitándoles sus autos y dejando a las familias en medio de la nada), así que de Monterrey a Matamoros mi hermano y su familia no se animó a viajar en su vehículo. Tomaron un autobús (pero solamente mi hermano y su hijo mayor, las mujeres se quedaron en Monterrey)) y llegaron solo para el evento. Eramos pocos, la familia incompleta pero tratamos que mi madre se la pasara lo mejor posible. Hubo comida en abundancia y la bebida (cerveza, champaña y sidra) corrió durante horas. La pequeña Lucianna no aguantó el ritmo y se durmió esperando la llegada de Santa (no la hacíamos entender que adelantamos la nochebuena y todavía no sería Navidad), en cambio los demás disfrutamos de la compañía de todos hasta altas horas de la noche. Esta fecha significó tristeza pero también felicidad de convivir con mi familia y compartir el pan y el vino y una que otra anécdota de la familia Díaz Rodríguez. Felicidades a todos.
1 comentario:
Sé por experiencia que van a ser unas navidades duras, pero hacéis bien es esforzaros y celebrar, por vosotros y por las niñas.
Publicar un comentario