Un jueves por la tarde Vivian empezó con temperatura (39°C) y molestias en la garganta; resultado, el médico diagnosticó laringitis y recetó, aparte de muchos medicamentos, reposo absoluto y muchos líquidos. Todo lo anterior viene a colación porque Vivi tenía el principal evento de porristas en la ciudad precisamente dos días después, el sábado 11 de diciembre, donde competían todos los grupos tanto de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad de la localidad. Una disyuntiva que puso a mi hija en una encrucijada, descansar para aliviarse y perderse el evento o llorarle al doctor para que autorizara su asistencia. Claro que ocurrió lo segundo (debían de ver como fue la actuación de telenovela o culebrón mexicano de TV que realizó la niña para convencerlo) y si descansaba por completo ese jueves y el viernes y la temperatura bajaba podría cumplir su sueño. La maestra del grupo estuvo preocupada por la falta de mi hija al evento si no se aliviaba que cuando la vio llegar el sábado a la escuela para preparar su presentación, respiró tranquila y nos prometió que solo bailaría y se mantendría sentada todo el tiempo. Pues bien, el evento tuvo lugar de 10 de la mañana a 3 de la tarde, aquello parecía un maratón o un programa interminable de esos que pasan en TV para recaudar fondos para una beneficencia. Su participación estuvo formidable, mi hija me sorprendía con cada paso y cada movimiento, no le conocía tantas aptitudes para eso de ser porrista y la espera valió la pena, pues obtuvieron un tercer lugar en su categoría, nada despreciable para unas niñas que bailan eso por primera vez en un evento con tantas participantes y que va en su tercer año consecutivo. Las fotos fueron muchas, pero no tendría espacio para publicarlas, aunque creo que voy a hacer una segunda parte solo para mostrárselas. Nota aparte, en la vista al médico nos sorprendimos al ver que en un año la niña aumentó 8 cm. y actualmente está midiendo a sus 12 años 1.68 m y pesando 59 Kg. (a adelgazado y crecido para convertirse en una señorita espigada y atlética, nada parecido a la niña de hace un año cuando en la primaria era rellenita, apática al deporte y mas bajita). Me sigo haciendo viejo y adoptando un olor a "suegro" que ni con tres baños diarios me podré quitar.
martes, 21 de diciembre de 2010
VIVI LA PORRISTA 1
Un jueves por la tarde Vivian empezó con temperatura (39°C) y molestias en la garganta; resultado, el médico diagnosticó laringitis y recetó, aparte de muchos medicamentos, reposo absoluto y muchos líquidos. Todo lo anterior viene a colación porque Vivi tenía el principal evento de porristas en la ciudad precisamente dos días después, el sábado 11 de diciembre, donde competían todos los grupos tanto de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad de la localidad. Una disyuntiva que puso a mi hija en una encrucijada, descansar para aliviarse y perderse el evento o llorarle al doctor para que autorizara su asistencia. Claro que ocurrió lo segundo (debían de ver como fue la actuación de telenovela o culebrón mexicano de TV que realizó la niña para convencerlo) y si descansaba por completo ese jueves y el viernes y la temperatura bajaba podría cumplir su sueño. La maestra del grupo estuvo preocupada por la falta de mi hija al evento si no se aliviaba que cuando la vio llegar el sábado a la escuela para preparar su presentación, respiró tranquila y nos prometió que solo bailaría y se mantendría sentada todo el tiempo. Pues bien, el evento tuvo lugar de 10 de la mañana a 3 de la tarde, aquello parecía un maratón o un programa interminable de esos que pasan en TV para recaudar fondos para una beneficencia. Su participación estuvo formidable, mi hija me sorprendía con cada paso y cada movimiento, no le conocía tantas aptitudes para eso de ser porrista y la espera valió la pena, pues obtuvieron un tercer lugar en su categoría, nada despreciable para unas niñas que bailan eso por primera vez en un evento con tantas participantes y que va en su tercer año consecutivo. Las fotos fueron muchas, pero no tendría espacio para publicarlas, aunque creo que voy a hacer una segunda parte solo para mostrárselas. Nota aparte, en la vista al médico nos sorprendimos al ver que en un año la niña aumentó 8 cm. y actualmente está midiendo a sus 12 años 1.68 m y pesando 59 Kg. (a adelgazado y crecido para convertirse en una señorita espigada y atlética, nada parecido a la niña de hace un año cuando en la primaria era rellenita, apática al deporte y mas bajita). Me sigo haciendo viejo y adoptando un olor a "suegro" que ni con tres baños diarios me podré quitar.
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2 comentarios:
Qué preciosa está Vivi. Cuánto me alegra que se encontrase lo bastante bien para participar en la competición.
Las niñas a su edad crecen y se transforman, física y anímicamente, de un día para otro, por lo que no te queda más remedio que hacerte a la idea de que esa mujercita en potencia volará de tu lado como también en su momento su hermana menor.
¡Ánimo, Johnny!
Gracias por tus comentarios y ya me estoy acostumbrando a que ha crecido, que remedio me queda.
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