miércoles, 3 de abril de 2019

Gandía



El miércoles pasado, como era festivo en Agost, las Amas de Casa organizaron una excursión, con tan buena acogida que llenaron dos autobuses. Fuimos a la histórica Gandía. Era mi segunda vez, tras una visita con la escuela a principios de siglo. Como es propio de mí, apenas recordaba nada.


Nos hizo buen tiempo, soleado, aunque una chaqueta no sobraba. Para completar el outfit, me puse un sombrero tipo pamela que me compré en rebajas. Antes muerta que sencilla, ya me conocéis.


El guía local hizo agradable la visita contándonos anécdotas de la historia, en especial de la familia Borgia, que da para mucho. No vimos apenas la Colegiata (primera foto) porque se celebraba misa y no era plan de molestar.


Entramos al patio del Palacio Ducal. El guía nos recomendó que, si teníamos ocasión por la tarde, pagásemos los 6 euros de la visita guiada porque valía la pena. Me acordé entonces de que en la primera vez me quedé con las ganas porque la escalinata es enorme y no pude subir, y resulta que han puesto un ascensor. Tras un buen paseo por la localidad, los autocares nos llevaron a un hotel de la zona de la playa a comer. Compartí mesa, además de con mi hermana, con Mari Pau y Vicent.


En la sobremesa, la jefa de la expedición planteó la alternativa de pasear por la playa o volver a Gandía. Nosotros votamos por la segunda opción, con la finalidad de ver el Palacio Ducal. No puedo entender que haya gente que prefiera dar vueltas o de tiendas antes de gastar 6 euros en cultura. Los que entramos al Palau disfrutamos de una visita muy interesante y amena.


1 comentario:

maria esther dijo...

Guapisima con el sombrero y con esa sonrisa y cara de felicidad y d disfrutarlo todo a tope.