Tras doce temporadas, acabamos de despedir a este grupo de amigos nerds que, además de hacernos reír con sus peripecias frikis, nos han calado en el corazón. Al fin y al cabo, en el fondo la serie, la mejor heredera de Friends, como ya avanzó nuestro amigo José Ángel, es un gran canto a la amistad, al cariño que profesamos a esas personas que se nos cruzan en el camino para formar parte importante de nuestra vida, aunque muchas veces nos saquen de quicio. Que hay que tener paciencia para aguantar las extravagancias, por llamarlas de alguna manera, de Sheldon Cooper, personaje que ya es historia de la televisión.
Junto a lo divertido de los guiones, el gran éxito reside en la química que aglutina a los personajes originales y a los que se han ido añadiendo temporada tras temporada, por no hablar de apariciones de estrellas de renombre tan dispares como Stephen Hawking, Stan Lee, Carrie Fisher o Mark Hamill, por poder unos ejemplos.
Si bien es cierto que la serie tocaba a su fin, también lo es que los echaré de menos.
1 comentario:
Yo también les echaré de menos. En efecto, Sheldon Cooper es ya, por derecho propio, un icono de la televisión y la cultura popular del siglo XXI.
Larga vida a los frikis y a aquellos que se dedican a la ciencia.
Como decía el eunuco Varys, de "Juego de Tronos": "Alguien tiene que hacerlo"
Publicar un comentario