El domingo celebré mi cumpleaños con las Guapetonas. Las invité a almorzar y ellas me correspondieron con un precioso álbum de fotos que recoge nuestras anteriores reuniones hasta finales del año pasado. Es tan bonito que será el regalo para todas en los respectivos cumpleaños.
Mi amiga Rosa María me hizo la madre de todas las tartas, con almendras, crema pastelera, cabello de ángel y cobertura de chocolate negro: nunca habría imaginado que la combinación resultase tan ideal. Lo más importante es lo bien que nos llevamos y lo mejor que lo pasamos. Tanto que ya hemos puesto fecha para una comida el mes que viene.
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