Elvis

 

Sinopsis:

La película explora la vida y la música de Elvis Presley a través del prisma de su relación con el coronel Tom Parker, su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker que abarca más de 20 años, desde el ascenso de Presley a la fama hasta su estrellato sin precedentes, en el contexto de la revolución cultural y la pérdida de la inocencia en Estados Unidos. Y en el centro de ese periplo está Priscilla Presley, una de las personas más importantes e influyentes en la vida de Elvis.

El lunes retomé mi cinefilia cuando pillé bus y tranvía para ver Elvis. Confieso que sentía cierta prevención, primero, por lo superlativo e hiperbólico que puede ser Baz Luhrmann, el director; y segundo, por cómo sería tratada la figura del cantante, a quien guardo mucho cariño asociado a mi infancia, a esas tardes de películas suyas ambientadas en Las Vegas o Hawái. Tengo un recuerdo nítido del 16 de agosto de 1977, de veraneo en la casa de campo, mi vecina y amiga Mariló, toda alterada, vino a decirme que Elvis Presley había muerto, que lo habían dicho en la radio. Me conmocionó la noticia, y eso que a mis 13 años sus 42 me parecían los de un hombre mayor. Creo que fue la primera muerte de un famoso que me afectó.

 

Volviendo a la película, me entretuvo y emocionó durante casi tres horas. La historia viene de la mano del infausto Coronel que llevó su carrera para su propio beneficio, un inmenso, en todos los sentidos, Tom Hanks. Por esas curiosas asociaciones de la memoria, me acordé de cuando Forrest Gump conoció a Elvis. 

La película habría fracasado sin el mimetismo que logra el actor Austin Butler, guapo como el mismo Presley, con una interpretación que merece ser reconocida en futuros premios. 

Lo que lamento es no haberla visto en versión original subtitulada, porque la proyectaban más tarde y ya no me daba tiempo al autobús de regreso.