Sinopsis:
Roma, año 79 d.C.: el centro del Imperio Romano es la ciudad más rica del mundo, y existe una gran afluencia de esclavos obreros del creciente imperio para encargarse del trabajo. Se mantiene a raya a la población romana -aburrida, inquieta, y cada vez más violenta- gracias a dos cosas: pan y circo; sangre y deporte. Y cuando el gusto del pueblo por el entretenimiento se vuelve más sanguinario, se diseñará un estadio especialmente para los combates de gladiadores: el Coliseo.
En primer lugar, no entiendo cómo no se ha traducido el título de la serie por Los que van a morir, plenamente identificable en nuestra cultura y que, para quienes no saben inglés, da una idea bastante exacta sobre qué trata.
Es imposible ver esta serie sin que nos remita a la de Spartacus, que tanto me impactó en su día. Siendo también explícita en violencia, sadismo y sexo, la reciente producción no llega a los extremos de aquella.
Con el personaje de Tenax, genial Iwan Rheon, conocemos los bajos fondos de Roma, los burdeles, las casas de apuestas, la venta de esclavos, la preparación de los gladiadores y de los corredores de cuadrigas, pero también las ricas villas de los patricios y el senado. Tanto en un estrato como en otro, predominan las bajas pasiones, la crueldad, las traiciones, la lucha por la supervivencia. No hay apenas personajes que se salven.
El único punto negativo es que algunas escenas generadas por ordenador provocan vergüencita. Da igual, porque la serie me ha conquistado y espero que continúe en una segunda temporada.
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