Sinopsis:
La inauguración del bar de Jose es la excusa perfecta para reencontrarse con los amigos del Instituto para celebrar los 25 años de desde la Graduación. En ese tiempo unos han cambiado más que otros, pero lo que tienen todos es la nostalgia por esos años, sus recuerdos del instituto o los sentimientos de entonces que vuelven a despertarse al ritmo de la música que les acompañó durante su niñez en los años 80 y 90. Una comedia musical que mira desde el presente el valor de la amistad, la nostalgia del pasado y el reconocimiento de un presente donde hay cosas que han cambiado mucho, pero en lo que lo más importante, permanece.
El martes de la semana pasada me apetecía salir, así que me fui al cine. Sola, pues mis amigas no son aficionadas a los musicales y no les llamaba la atención ver El musical de los 80s y los 90s. Menos mal que no vinieron por hacer el favor de acompañarme porque no me habría perdonado que se tragaran semejante bodrio.
Quizás la función original funciona en teatro, con una historia sencilla de nostalgia aderezada con canciones de la época. El paso al cine, sin embargo, no hay por dónde pillarlo. De los actores (solo conozco a Naím Thomas) no se salva ninguno, supongo que por culpa de un guion pésimo, no tan malo como la realización y un montaje sin pies ni cabeza, elemento este que aparece cortado en muchos planos. Las coreografías parecen de función de fin de curso de octavo de EGB. Qué pena de canciones míticas sin realce alguno.
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