miércoles, 26 de agosto de 2015

Spooks




Sinopsis:

El MI5 es un grupo del servicio secreto británico que se ocupa de los temas que ocurren en el interior, dejando al MI6 los problemas del exterior, los agentes manejan cada día con los casos que presentan incidencias de temas actuales como: las amenazas terroristas, crisis del sistema de seguridad, falsas identidades.

Gracias a la amabilidad de mi amiga Rosa que me la pasó, una de mis series del verano ha sido Spooks, en concreto las temporadas 7, 8 y 9. ¿Por qué solo esas? Porque son las que coprotagoniza Richard Armitage, el amor de mi amiga, pasión que la llevó el verano pasado a Londres a verlo actuar en  teatro. Aunque mi afición no llega a tanto, reconozco que me gusta el hombre, por actorazo y por presencia.

He pasado noches achicharrantes de poco dormir, con el aire acondicionado en marcha, acompañada de Lucas North, su personaje, y demás miembros del MI5. A propósito del clima, qué poca lluvia sale en las series británicas en comparación con su tiempo atmosférico real. Será para no disuadir al potencial turista.

Volviendo a la serie, bendito sea el inventor de los subtítulos. Si en cualquier serie o película recurro a ellos (a veces demasiado, lo reconozco) como muleta de apoyo, en esta me resultan casi imprescindibles. Entre lo embrollado de las tramas de espionaje, el lenguaje repleto de siglas y abreviaturas, y que mirando a Rich perdía el oremus, de no haber sido por los subtítulos, no me habría enterado de papa. Aun así, los subtítulos también juegan malas pasadas y hay que estar muy al tanto. En un episodio a un dirigente palestino recibe una cesta de frutas a la llegada a un hotel. El señor se alegra de que esa vez no le ofrezcan citas y se lamenta de que en otros hoteles asumen que por ser musulmán han de gustarle las citas. Tras mi perplejidad inicial, me acordé de que dates también significa dátiles además de citas, de lo que deduje que se refería al fruto de la palmera.

Aparte de Richard, también me encantó Tariq, el monísimo Shazad Latif, y me hizo gracia toparme con un Tobias Menzies contemporáneo.

2 comentarios:

carolina dijo...

Uuuyyy, qué tatuajes más monoooosss. Oye, Conchi, a mí me parece que el señor Armitage tiene un texto tatuado en el brazo. Voy a despistojarme un poco para ver si puedo leerlo. Ya lo dice el Ministerio de Cultura: hay que leer, que los españoles leemos poco. Y claro, con un soporte tan atractivo, a ver quién no se aficiona a la lectura.

Conchi dijo...

El tatuaje del señor Armitage está escrito en ruso, asi que la excusa de la lectura no cuela, Carolina. Admite que lo tuyo, como lo mío, es puro vicio ;-)