martes, 19 de abril de 2016

Regreso a la playa del Arenal de Xàbia



El domingo pasado, tras semanas de problemas de salud, sea por la contractura de espalda y posterior tendinitis de Pedro, sea por mi resfriado, por fin pudimos ir a visitar a mi suegra. Con ella, mi cuñada menor y su novio fuimos a pasear por la playa del Arenal en Jávea, la misma de hace un año por estas fechas en mi primera salida tras la convalecencia, y que podéis recordar aquí.. Para reproducir la salida del año pasado, incluso comimos en el mismo restaurante chino. Este año hacía bastante más calor ya que no soplaba ninguna brisa, ni siquiera se olía a mar.

¿Tanto solano hacía para lucir tremenda pamela? No, solo buscaba una excusa para ponérmela fuera, porque en Agost me da un poco de reparo. El caso es que el otro día hablaba con unas alumnas de que mi afición a sombreros, boinas y demás aditamentos capilares obedecía a una maniobra de distracción: si la gente se fija en el accesorio, pasan más inadvertidas imperfecciones cutáneas como arruguillas y demás. En esa conversación me acordé de la susodicha pamela y decidí llevármela a Jávea para que viera mundo.


2 comentarios:

Johnny dijo...

Apenas la belleza natural para una belleza como tú

carolina dijo...

¡Oye, pues te queda muy bien la pamela! Además, los sombreros y complementos para la cabeza se vuelven a llevar muchísimo.