martes, 9 de agosto de 2016

Lost in Austen




Sinopsis:
Amanda, una entusiasta seguidora de Jane Austen, vive en el Londres actual con su novio Michael, hasta que descubre que puede intercambiarse con el personaje ficticio de Austen, Elizabeth Bennett...


Al leer una novela que nos gusta o ver una película que es de nuestras favoritas, más de una vez nos habremos planteado cuánto nos encantaría vernos metidos en esa historia. Esta miniserie nos muestra que quizá lo forjado en nuestra imaginación no era tan ideal. La protagonista se ve inmersa en el mundo de su novela favorita: Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. Al principio, le encanta el vestuario, el lenguaje, los modales, la ambientación y demás. Pronto se dará cuenta que una mujer del siglo XXI no tiene mucho que ver con la sociedad de la Regencia que reflejaba la escritora inglesa. Puritanismos aparte, lo que más me chirría de estas novelas es el flagrante clasismo basado, más que en el abolengo de las familias, en la situación económica. Qué cansinos con tanto hablar de rentas y de posesiones. Siempre se ha dicho que hablar de dinero es de mala educación, de modo que no sé por qué se jactan de buenos nodales esos ingleses. 



Pese a todo, el carácter romántico de la protagonista la llevará a enamorarse de Mister Darcy, no entiendo la razón, porque es otro soberbio clasista que parece que lleve un palo metido por el culo. Ese es el problema que veo en la serie, que Elliot Cowan, el actor que da vida al personaje no está a la altura, aunque nos rememore la escena salir del agua con la camisa pegada al cuerpo. Por lo demás, me ha encantado ver a dos guapos Toms ingleses que luego conocería en otras series. Me refiero a los aquí jovencísimos Tom Mison antes de Sleepy Hollow y a Tom Riley antes de Los demonios de Da Vinci. Y otro aspecto bueno que tienen estas series inglesas, aparte de su calidad, es que se trata de pocos capítulos, y no cansan.


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