El día 2 fue el cumpleaños de mi amiga Encarni. Como unos días antes habíamos celebrado el de Toñi, pospuso el suyo para el sábado pasado. Esta vez, como es lógico, no fue ella la personal shopper, pero las sustitutas no le fueron a la zaga, ya que la blusa y la chaqueta llevaban el nombre de la homenajeada.
A la juerga habitual, se añadía un fuerte componente emocional, pues era el primer cumpleaños como viuda, ya que su marido falleció en enero. Empeñada en agradecernos el apoyo, casi que no la dejábamos hablar a la pobre. Tampoco es que nosotras hablásemos mucho más, porque no parábamos de tener la boca llena, primero con la coca a la pala y después con la megatarta que Rosa preparó, la madre de todas las tartas.
La otra alegría fue la presencia de María, la Guapetona residente ahora en Grecia tras muchos años de estancia en Estados Unidos, nacionalidad de su marido y de los seis hijos en común. La Guapetona Nieves no pudo quedarse mucho pero vino acompañada de su marido, cuya maravillosa voz de tenor entonó el más precioso Cumpleaños feliz. Lástima que falló el vídeo a la hora de grabarlo.
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