sábado, 20 de julio de 2019

Tardes de compras



Para aprovechar las rebajas, recluté a mi amiga Encarni, la mejor personal shopper del condado, y en autobús y tranvía nos dirigimos a un centro comercial el martes. Buscó y rebuscó entre perchas y me encontró un buen puñado de blusas chulas, en unas tallas que nunca pensé que me pondría. No, no me engaño pensando que he perdido peso. Creo que el tallaje de C&.A es superior al normal, quizás para aumentar la autoestima de las clientas: que yo, por ejemplo, que habitualmente uso una 50, me ponga una 46 es un flipe. Eso sí, en la tienda de al lado sigo usando la 50. El caso es que, tras probarme unas cuantas blusas, me quedé con tres, dos de ellas con rebaja interesante, y la tercera y más bonita, al doble de precio de las otras. ¡Menudo ojito tenemos!

Pasamos una tarde estupenda de compras y de merienda, que espero repetir aunque intentaré mantenerme alejada de las tiendas de ropa por el bien de mi bolsillo.


1 comentario:

Juanfra dijo...

Nada mejor que una tarde de compras.