Sinopsis:
Un gran empresario sufre un extraño chantaje: si no accede a pagar una elevada suma de dinero, los autodenominados "Favoritos de Midas" matarán a una persona al azar en la fecha señalada y añadirán una nueva víctima periódicamente hasta conseguir su objetivo.
En dos fines de semana he visto los seis episodios de esta miniserie española de Netflix.
Tras un planteamiento interesantísimo y prometedor, la tensión no logra mantenerse, por lo que, en mi opinión, le sobran un par de capítulos.
También peca un poco de confusa, con tanta referencia económica y política. Tenía claro que el final no iba a desvelar quiénes son los del título, de modo que eso no me desilusionó.
Como factores positivos, la impecable dirección de Mateo Gil, que saca lo mejor de un reparto acertadísimo. Aunque no es santo de mi devoción por muchas de sus ideas personales, me alegró ver a Willy Toledo de vuelta a las pantallas, que su labor de actor no la cuestiono. Y qué decir de Luis Tosar, cuya presencia garantiza un trabajo de calidad y que borda a ese señor Genovés que se hunde moralmente por el ansia de poder. Por último, me encantó volver a ver a Carmelo Gómez, aunque fuera en un papel pequeño.
Con un final abierto para una posible segunda temporada, no sé hasta qué punto valdría la pena.
1 comentario:
Pues es una pena, porque el punto de partida sí que prometía ser interesante. A ver si vamos cuajando esa industria audiovisual que tanto necesitamos, como el resto de industrias.
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