Con el fin de ilustrar a los participantes en este blog sobre los hábitos de los bichejos que viven en nuestro entorno, aportamos aquí unas cuantas imágenes recogidas en alguna de las rutas que hemos efectuado durante los meses de octubre y noviembre pasados y que hasta ahora, por razones técnicas ajenas a nuestra voluntad, no hemos podido mostrar.
En esta imagen puede apreciarse cómo un enánago (ofidius vulgaris vulgaris) dilata su boca para poder dar buena cuenta de sus presas. A la hora de hacer una demostración práctica de dicho proceso hemos contado con la desinteresada colaboración de una amable rana que merodeaba por los alrededores y cuyas ancas vemos sobresalir de la dilatada boca de la culebrilla. Le estamos agradecidos de todo corazón por su aportación a la ciencia. Por cierto que el enánago también le agradeció su aportación, aunque en este caso a su magra dieta.
Esperando que lo hayáis encontrado interesante, nos despedimos hasta la próxima expedición.
viernes, 1 de febrero de 2008
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1 comentario:
Gracias por tu lección de biología. Esperamos la próxima edición de tus peripecias por el reino animal, "machus hispanicus" incluido.
Con el repelús que me dan los reptiles y demás bichos, nunca llegaré a ser ecologista, lo siento.
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