Javier Bardem hace historia

Javier Bardem obtuvo el Oscar al Mejor Actor Secundario, su primera estatuilla, por su aclamado papel de asesino despiadado en la película No es país para viejos, de los hermanos Coen. Al recibir el premio, Bardem, vestido con traje negro, camisa blanca y corbata estrecha y oscura, bromeó por el aspecto que lucía en la película: "Uno de los peores cortes de pelo de mi vida".

En español, dedicó el premio a su madre, la actriz Pilar Bardem, a sus tíos y abuelos, también actores y cómicos, por haber engrandecido esta profesión. Tuvo palabras también de agradecimiento a los hermanos Coen que fueron "lo suficientemente locos por creer en mí", dijo en inglés, tras añadir "esto es increíble". El actor cerró sus agradecimientos, y ya en castellano, con un "esto es para España".

Como no he visto la película, no puedo opinar sobre su actuación ni sobre el resto de los premios que se han llevado. Los hermanos Coen siempre me han parecido sobrevalorados por la crítica. Cierto es que tienen buenas películas pero otras son un auténtico peñazo. De todas maneras, me alegro por Bardem. Nunca ha sido santo de mi devoción pero respeto su dedicación, talento y trabajo. Además, me encantó que buena parte de su discurso fuese en español.

Del resto de los premiados, cabe destacar que los cuatro actores son europeos, cosa que no habrá sentado muy bien al mundillo hollywoodiense. Veréis como el año que viene arrasan los americanos.

Totalmente a favor de los conseguidos por El ultimátum de Bourne, la primera crítica que puse en este blog, y también por el de dirección artística a Sweeney Todd, que vi ayer en el cine y que ya os comentaré.