Una comedia negra con un toque muy británico, donde todo comienza en un entierro. El director Frank Oz, dejando atrás el sambenito de voz de Yoda, logra tornar una situación triste y melancólica como un funeral y convertirlo en un enredo trepidante y alocado. Una historia que pretende trasmitir esos acontecimientos familiares inesperados que hacen sobresaltar a la familia inesperadamente. Relata la historia de una familia que se reencuentra el día del funeral del cabeza de familia. Pero también se agrupan los problemas familiares. Daniel, uno de los hijos descubre que su padre tenía un oscuro secreto. El irresponsable hermano, Robert, llega desde Nueva York con sus propios problemas y la prima viene junto con su novio, quien toma por accidente una droga de diseño que no hace más que complicar la situación.
Una comedia distinta con un humor muy particular que se burla de lo grotesco de la situación. Una película donde sus personajes continuamente buscan algo y paralelamente ocultar algo. Esta dinámica hace que cada vez la situación se complique más y más sean las carcajadas del público, por lo menos yo me partía de risa anoche en casa.
Un funeral de muerte no deja de ser una buena película, sencilla y elegante (pese a rozar a veces lo escatológico), desenfadada y ligera, con unas actuaciones redondas en las que sus protagonistas jamás llegan a sobreactuar por muy desquiciada o morbosa que se presente la situación, cosa que siempre es de agradecer, y en las que los entresijos familiares, los rencores y envidias, las disputas y las rencillas, se deshilvanan y enredan. He recuperado la fe en la comedia británica. Os la recomiendo vivamente.
2 comentarios:
Gracias por los comentarios de las películas, me sirve para poner en marcha el emule de mi ordenador.
Que conste que las críticas son muy personales: una peli me puede encantar y tú o los demás encontrarla un bodrio, y viceversa.
De todas formas, creo que con ésta te reirías tanto como yo.
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