Ayer estuve en el Teatro Principal de Alicante viendo Salir del armario, una divertidísima comedia que nos cuenta la historia de Piñón, un hombre gris y afable, que trabaja en una fábrica de preservativos y un día descubre que va a ser despedido. Su salvación laboral llegará a través de su nuevo vecino, que le aconseja hacerse pasar por homosexual y denunciar a la empresa por discriminación sexual, si el despido llega a hacerse efectivo.
La idea evita el despido e incluso le convierte en un símbolo de la lucha por la igualdad gay. Pero, a la vez, le crea una serie de problemas, puesto que tendrá que fabricarse una realidad nueva, también ante su hijo, congruente con sus supuestas preferencias y que dará lugar a situaciones absurdas y cómicas de las que saldrá como pueda.
Con este texto, Francis Veber, director de la película original y adaptador de la misma al teatro, aborda el tema de la hipocresía y la doble moral de una sociedad que predica la igualdad entre todos, pero que sólo la practica si no le queda más remedio. ¿Realmente somos tan tolerantes como presumimos ser?
De su extraordinario reparto, destacaré a su protagonista, José Luis Gil, famoso por su interpretación de Juan Cuesta, el tenaz presidente de esta nuestra comunidad de vecinos de la serie televisiva Aquí no hay quien viva, y a Fernando Albizu, conocido por las series Gominolas y Casi perfectos, al que ya había visto en Madrid en Los Productores.
1 comentario:
BUENÍSIMA!! Sobre todo el Sr. Cuesta, aunque los demás también estuvieron muy bien.
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