Resulta que, sin saber nada de meteorología, yo tenía razón: con lo poquísimo que llueve en Agost, si las precipitaciones tienen que elegir un día a la semana para mojar sus calles y campos, seguro que es jueves, y de paso fastidian a los pobres trabajadores del mercadillo ambulante.
Aquí tenéis la noticia sacada de http://www.publico.es/ciencias/046116/meteorologia/precipitaciones
En el sureste de EEUU llueve más los jueves que los domingos. Y no es que las nubes hayan memorizado el calendario gregoriano, ni que respeten los partidos domingueros del equipo de fútbol americano Carolina Panthers. Según un estudio publicado en Journal of Geophysical Research, detrás del vínculo entre el día de la semana y la pluviosidad se encuentra la contaminación producida por el ser humano. Los días laborales, cuando las industrias trabajan a pleno rendimiento y el humo de los tubos de escape traza el camino de ida y vuelta al trabajo, aumentan las precipitaciones.
Los autores de la investigación, de la NASA y de la Universidad de Jerusalén, han detectado la relación entre el calendario y la lluvia utilizando los datos del satélite TRMM de la agencia espacial estadounidense. Según sus mediciones, entre semana las tormentas tienden a ser más violentas y lluviosas, y cubren una mayor superficie en la zona estudiada, los estados orientales del sur de EEUU.
El autor principal de la investigación, Thomas Bell, de la NASA, no esconde su estupor: "Es espeluznante pensar que estamos modificando el tiempo y haciendo las tormentas más violentas".
En opinión de los autores, este estudio puede facilitar el trabajo de los hombres del tiempo. A partir de ahora será sota, caballo y rey. Jueves lluvioso, domingo soleado.
1 comentario:
Conchi, vés difonent la notícia i que pense l'ajuntament de canviar la plaça al dilluns o dimarts.
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