La polémica restauración del Museo de Alfarería caba de vivir su enésimo capítulo. El Ayuntamiento ha reclamado medio millón de euros a la empresa que estaba reformando el inmueble, Clar Rehabilitación, debido a que su retraso en las obras ha hecho perder al Consistorio una "importante subvención" de la Generalitat, en palabras del alcalde, Antonio Pérez. Este acuerdo se adoptó en uno de los últimos plenos de la Corporación, en el que también se acordó desestimar las alegaciones que presentó la firma para evitar la rescisión del contrato.
Apenas dos meses antes de esa sesión plenaria, concretamente el 8 de abril, el Ayuntamiento dio el que parecía el último paso para desbloquear el proyecto de rehabilitación. Los tres grupos con representación municipal -PSOE, PP y Agrupació d'Independents d'Agost (AIA)- votaron a favor de la rescisión del contrato con Clar tras recibir el visto bueno del Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, al tener conocimiento de ese acuerdo la empresa presentó una serie de alegaciones con el objetivo de que el Consistorio se replanteara su postura. La Corporación ha desestimado ahora esos argumentos y le ha reclamado algo más de 500.000 euros por los perjuicios que le está causando.
Antecedentes
La reforma del Museo comenzó a arrojar síntomas de problemas prácticamente desde su inicio. Los trabajos comenzaron a principios de 2007 y fueron avanzando bastante más despacio de lo previsto. En principio, la obra tendría que haber concluido en septiembre de 2007, pero cuando llegó ese mes todavía quedaba el grueso del proyecto por acometer. El Ayuntamiento prorrogó entonces la fecha de finalización de la reforma hasta el 31 de mayo de 2008, pero cuando se alcanzó esa fecha, se encontró con más de lo mismo. La obra a medio hacer y las obras semi paradas. El mayor problema aún no había llegado. Tres meses más tarde, Clar presentó un concurso voluntario de acreedores -antigua suspensión de pagos- y paralizó los trabajos. Desde entonces, el Museo ha permanecido cerrado a cal y canto y la reforma ha quedado en punto muerto. El objetivo pasa ahora por volver a adjudicar el proyecto y reanudar las obras "cuanto antes", según apunta el alcalde.
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