lunes, 1 de junio de 2009

El Lucentum regresa a la ACB dos años después


El fin de semana ha traído una buena noticia deportiva para los alicantinos: el equipo de baloncesto local, el Lucentum, ha subido a la ACB, la liga principal. Mira por dónde, ya se me ha presentado otro lugar donde invertir los euros que no me sobran. Porque no dudéis que a algún partido iremos a desfogarnos. Viendo un partido de baloncesto, digievoluciono. Me pregunto si deben de soltar alguna sustancia extraña por los conductos de ventilación del pabellón que hace que me transmute. Me torno exaltada, a veces violenta, suelto tales sapos y culebras por la boca que harían sonrojarse a un carretero curtido. Lo más extraño es me entra un odio desmedido por los árbitros cuando nos pitan en contra e incluso por sus familias, y eso que no las conozco. Me lo paso pipa.


El Lucentum regresa al paraíso. Al lugar del que nunca debió salir y que, dos temporadas después, se convierte en realidad de nuevo. La ACB vuelve a acoger entre los suyos al equipo alicantino tras vencer al Melilla en un pabellón que estalló de alegría a la conclusión con más de 600 aficionados alicantinos que vibraron como nunca y saltaron a la cancha a tocar y a abrazar a sus héroes, como hacía mucho tiempo que no sucedía. Nunca se olvidará el Fernando Martín de Fuenlabrada, quedará inscrito con letras de oro en las páginas de la historia del Lucentum.


La felicidad inundó los rostros de toda la familia lucentina tras el partido. Lágrimas de emoción en muchos de los presentes tras un final de temporada cargado de sufrimiento. Miguel Cano, acompañado por Sonia Castedo en el palco, apenas podía articular palabra cuando vio que la ACB no se podía escapar de ninguna de las maneras. Esta vez, no, por favor. Lo sucedido en Cáceres fue una lección. El destino devuelve al Lucentum al grupo de los grandes de España y, como no podía ser de otra forma, sufriendo hasta la saciedad. "Como mejor saben las cosas", apuntaban varios consejeros sobre el parquet del pabellón.


El equipo alicantino acompañará al Valladolid en la máxima categoría. Por distinto camino, pero con idéntico final. Ambos regresan a la elite del baloncesto español. Óscar Quintana repite la hazaña que anteriormente lograron Andreu Casadevall y Julio Lamas. Con la mejor plantilla de la categoría, el Lucentum consigue la deseada meta en un choque en el que un colosal Guillermo Rejón marcó el camino y posteriormente Hill se encargó de rematar tras el descanso. Como sucedió en el encuentro de semifinales ante Los Barrios, su actuación fue clave, vital, épica. Un triple del americano cuando apenas restaban 30 segundos para el final con el marcador en 68-66 dio el ascenso al Lucentum. Se la jugó y de nuevo salió cara ante un rival que estuvo muy cerca de remontar un partido que se le puso imposible. El Melilla fue capaz de remontar 18 puntos en un último cuarto que a punto estuvo de frustrar al equipo alicantino.

No hay comentarios: