jueves, 4 de junio de 2009

Que sea la última vez que me llamas reina de la tele


Sinopsis:


Margarita Gayo, reina indiscutible e indiscutida de la televisión, recibe una carta de la revista TP que hará tambalearse su vida: quieren darle el premio a toda una carrera... Lo que debería ser motivo de alegría se convierte en una auténtica pesadilla. ¡La están llamando VIEJA! ¡¡¡Le están anticipando la jubilación!!!
Desde ese mismo día Margarita vivirá sin vivir en sí. Tiene que hacer algo. Por ejemplo, acercarse a la clínica de su amiga Rita para que le dé unos pinchacitos que la hagan parecer más joven, irse de compras a las tiendas haute couture para darse un baño de masas y quitarse la depresión, programar un viajecito a París para adquirir el último modelo de Christian Lacroix... Y todo ello mientras los problemas se suceden a su alrededor: Luchi Lobo, que fue salir de Miss España, ponerse unos pechos enormes en la clínica Mallorca y tener programa para ella solita, le quiere quitar su puesto; en su pueblo, en vez de ofrecerle una plaza conmemorativa, sólo le dan una simple calle... y encima, en París, conoce a un modelazo guapísimo, divertido e inteligente de sólo ¡23 años! que la seduce y la conquista. Y así transcurre su vida hasta que llegue el día de la gran gala, ensayando el discurso una y mil veces: “El PREMIO que hoy tengo entre manos quiero que sea el alimento profesional de todas las demás aspirantes a presentadoras, todas esas misses, putones verbeneros, lobas, carroñeras, perras, busconas, zorrongas, descentradas, arribistas, liantas, alimañas peliteñidas, siliconadas, bichos, perversas, sabandijas, bestias, musarañas, rastreras escotadas, minifalderas golfas y frescas que empiezan en la televisión”...


Ya he terminado de leer la novela de Màxim Huerta. Confieso que la empecé con muchas suspicacias. Por muy bien que me cayese su autor, temía que fuese como otros compañeros suyos televisivos que se pusieron a escribir libros de dudosa calidad pensando que su reclamo popular sería suficiente para vender y agradar a gente de fácil contentar. Me alegra comprobar que no es el caso que me ocupa. Màxim sabe escribir y lo hace con destreza, elegancia y un inmenso cariño por sus personajes no exento de cierto descaro. El desparpajo creativo que demuestra en esta primera obra augura otras venideras que la superarán en calidad, seguro.
Bebiendo de las fuentes de clásicos cinematográficos como El crepúsculo de los dioses o Eva al desnudo, además de las grandes creaciones de la chick-lit como, entre otras, El diario de Bridget Jones o El diablo viste de Prada, ha sabido crear un personaje, Marga Gayo, la todopoderosa diva de la tele, a pesar de la esclavitud de las audiencias y del paso del tiempo, que nos puede recordar a veces a presentadoras que están en la mente de todos. En su charla presentación, Màxim avisaba que su protagonista no es Ana Rosa Quintana, ni Mª Teresa Campos, ni Mercedes Milà, ni Emma García, no es ninguna de ellas pero es todas a la vez. El resto de personajes televisivos secundarios seguro que esconden nombres más concretos, pero me temo que ni mi imaginación ni mi poder de deducción son tan fuertes como para descifrar las claves de este roman à clef. En suma, me ha divertido y encantado el libro.

1 comentario:

carolina dijo...

Yo no sé si leeré este libro, pero fijo que se lo recomendaré a una amiga a quien seguro que le va a gustar. De momento, la sinopsis es prometedora y el fragmento de discurso, convenientemente venenoso.